Alejo I Comneno

(Constantinopla, hoy Estambul, 1048-1108) Emperador bizantino (1081-1108). Alejo I Comneno consiguió frenar los ataques turcos y normandos y restaurar parcialmente la hegemonía imperial.


Alejo I Comneno recibiendo a los cruzados

Perteneciente a una de las más importantes familias terratenientes del Imperio, siguió la carrera militar y luchó infructuosamente contra los turcos durante los reinados de Romano IV, Miguel VII y Nicéforo III; descontento con la manifiesta incompetencia militar y política de estos gobernantes, destronó a Nicéforo III y se coronó emperador el 4 de abril del año 1081. Alejo Comneno subió al trono en un momento muy difícil, ya que el Imperio Romano de Oriente o Bizantino se encontraba sacudido por los desórdenes internos y amenazado por sus enemigos en el exterior.

Persona culta y enérgica, supo ver la necesidad de pactar una paz con los turcos selyúcidas del Sultanato de Rum para hacer frente a la amenaza que representaba el normando Roberto Giscardo en la región griega de Epiro. Una vez eliminado éste en 1085 con la ayuda de los venecianos, a los que concedió a cambio privilegios comerciales, Alejo marchó contra los pechenegos y los cumanos que hostigaban su frontera norte, y los derrotó tras una serie de durísimas campañas.

Con la situación consolidada en su retaguardia, Alejo aprovechó con gran habilidad la división entre los turcos de Rum para obtener las máximas ganancias territoriales de la Primera Cruzada, impulsada por el papa Urbano II. Gracias a ello recuperó la Anatolia occidental, si bien no pudo evitar que los cruzados crearan estados independientes en Palestina y Siria.

En política interior, Alejo I reforzó la autoridad real y creó un ejército y una fuerza naval profesionales. No obstante, para lograr sus objetivos tuvo que recurrir a la concesión de tierras y exenciones fiscales a los magnates del Imperio, lo cual contribuyó a fortalecer el poder central, pero llevó a la larga a una limitación de ingresos en las arcas del estado. En el terreno religioso combatió herejías como las de los bogomilitas y los paulicianos y favoreció a la Iglesia Ortodoxa, aunque en ocasiones se vio obligado a confiscar sus bienes para sufragar la política imperial.

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].