Osamu Dazai

(Pseudónimo de Tsushima Shuji; Kanagi, 1909 - Tokio, 1948) Escritor japonés. Fruto del desencanto reinante en su país tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, las últimas novelas de Osamu Dazai expresaron el sentir de una generación que había asistido al derrumbamiento de sus valores tradicionales: El sol poniente (1947), quizá su obra más famosa, se centra en la decadencia de la nobleza japonesa tras la derrota en la contienda, mientras que su último libro, Ya no humano (1948), narra en tono autobiográfico la frustración ante el descalabro nacional. Conocido por su ingenio irónico y sombrío y por la brillante fantasía de sus novelas y cuentos, su obsesión por el suicidio y su permanente búsqueda de una verdad ulterior lo convertirían en una figura de culto entre los lectores jóvenes de su país.


Osamu Dazai

Nacido en el seno de una acomodada familia de terratenientes del norte de Japón, Osamu Dazai no disfrutó de una infancia feliz: de esta época evocó más tarde el distanciamiento de su madre, de frágil salud, las difíciles relaciones con su padre, y el ambiente opresivo y conformista de la región. Entre 1927 y 1929 asistió a la escuela superior de Hirosaki, y a esos años se remontan, además de sus primeras experiencias literarias, sus primeros contactos con las actividades de los partidos de izquierda, que se intensificaron cuando se trasladó a Tokio en 1930: una adhesión confusa y veleidosa que finalizó con una profunda decepción y con el abandono definitivo de sus actividades subversivas.

La etapa de Tokio quedó marcada por una serie de experiencias que le condujeron a enemistarse con su entorno familiar: un escaso rendimiento en los estudios; las relaciones con una joven geisha, que su familia desaprobaba abiertamente; un intento de suicidio (el segundo) junto con una muchacha que había conocido casualmente y que falleció a raíz del incidente; una vida desordenada y el abuso del alcohol.

Sin embargo, éstos fueron también los años de su iniciación en el mundo literario, con relatos como Gyofukuki (1933), donde la trama se mezcla con las imágenes del suicidio, Recuerdos (1933) y Las flores del clown (1935). Los dos últimos relatos se presentan en clave autobiográfica o, mejor dicho, en ese presunto autobiografismo que constituye uno de los aspectos más interesantes de su obra, en la que el autor construye expresamente innumerables proyecciones de sí mismo o de sus propias experiencias.

Las flores del clown explora, además, otra vertiente literaria del autor: la de la novela dentro de la novela, en la que él interviene en primera persona, rompiendo el hilo del discurso que el Yo narrador ha iniciado en las primeras líneas. El consumo y adicción a las drogas a raíz de una grave operación quirúrgica, y su posterior ingreso en un hospital psiquiátrico para desintoxicarse, constituyeron otro momento difícil en su atormentada vida que Osamu Dazai reviviría en la ficción, especialmente en la autobiográfica Ya no humano (1948, también traducida como Indigno de ser humano).

A todo ello siguió un período de relativa tranquilidad. Su amistad con el escritor Ibuse Masuji y el reconocimiento que recibió del mundo literario (que, sin embargo, no le había ahorrado severas críticas de orden moral) contribuyeron a un asentamiento a nivel psicológico que, si bien fue temporal y precario, le permitió afrontar incluso los años de la Segunda Guerra Mundial. A este período pertenecen Las cien vistas del Fuji (1939), Las ocho vistas de Tokio (1940) y Tsugaru (1944), una especie de crónica de viajes por la antigua Tsugaru, región noroccidental del país en que había nacido y que redescubría entonces con ojos nuevos, como una zona aún sin contaminar por los males que afligían a las grandes ciudades y, al mismo tiempo, como punto de partida de una búsqueda de sí mismo.

Una vez finalizada la guerra, aparecieron sus novelas más famosas: La mujer de Villon (1947), El sol poniente (1947, también traducida como El declive o El ocaso) y Ya no humano (1948), así como otros relatos breves también invadidos por la amarga y reiterada constatación de su propio fracaso como ser humano. Sumido en el desánimo, Osamu Dazai intentó suicidarse una vez más, y el 13 de junio de 1948 apareció muerto en el canal Tamagawa junto a una joven admiradora. Trabajaba por entonces en una novela titulada Goodbye, que dejó inconclusa.

Los años de la posguerra marcaron el triunfo definitivo de Osamu Dazai en una sociedad que se encontró viviendo trágicamente el hundimiento de unos valores y de unos ideales que hasta entonces parecían insustituibles. En especial para los jóvenes, el escritor se convirtió en el símbolo de una actitud anticonformista, rebelde, sin ideales, pero indulgente con las debilidades propias y ajenas. La definición "buraiha" (decadente, marginado) que el autor propuso como equivalente del francés "libertin", incorporó, además de a Dazai, a otros escritores próximos a él en planteamientos y opciones vitales, como Oda Sakanosuke o Sakaguchi Ango.

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].