Enrique III el Doliente

(Burgos, 1379-Toledo, 1406) Rey de Castilla (1390-1406). Sucedió a su padre, Juan I. Llamado el Doliente por su débil constitución, se hizo cargo del poder en 1393, tras una minoría de edad alterada por la masacre de judíos (1391) y por los desórdenes instigados por el consejo de regencia múltiple. Consiguió dominar a la nobleza y neutralizó a las ciudades con la implantación de corregidores. Rechazó a los portugueses y emprendió la conquista de las Canarias. Casado con Catalina de Lancaster, descendiente de Pedro el Cruel, este matrimonio favoreció el final de las hostilidades entre Inglaterra y Castilla, con lo que que se facilitó el afianzamiento del comercio castellano en el Atlántico. Murió cuando preparaba una expedición contra Granada.