Antonio García Gutiérrez

(Chiclana de la Frontera, 1813 - Madrid, 1884) Escritor español. Médico de formación, se dedicó a la literatura desde temprana edad. El gran triunfo obtenido por su drama El trovador (1836) le decidió a abandonar el ejército y a dedicarse al teatro. Por razones económicas emigró a Cuba y a México. Venganza catalana (1864) fue otro gran éxito de público. Es autor también de El duende de Valladolid (1846) y de Juan Lorenzo (1865).


Antonio García Gutiérrez

Licenciado en medicina, Antonio García Gutiérrez abandonó pronto la profesión, contra la voluntad paterna, para dedicarse a la literatura. Trasladado a Madrid con la intención de publicar algunos dramas que había escrito en el período juvenil (Una noche de emociones, Selim y Fingal), se vio obligado a entrar en la redacción de la Revista Española para poder vivir. Frecuentó la tertulia romántica de El Parnasillo (donde conoció entre otros a Mariano José de Larra, Ventura de la Vega y José de Espronceda), y aunque era entusiasta de la escuela romántica francesa y fervoroso adepto en especial de los rasgos líricos del nuevo teatro, acabó, sin embargo, por olvidar momentáneamente la actividad dramática, que le ocasionaba demasiadas preocupaciones y sinsabores, y se enroló en Leganés en el famoso ejército de Mendizábal para luchar contra el carlismo.

García Gutiérrez obtuvo una temprana celebridad con El trovador (1836), cuyo estreno, facilitado por su amistad con José de Espronceda, supuso el segundo triunfo atronador del drama romántico en la escena española después del de Don Álvaro o la fuerza del sino (1835), del duque de Rivas. El trovador narra los amores del trovador Manrique y Leonor, dama a la que también pretende el conde de Artal; los enamorados deciden huir, pero el conde los captura y Leonor se suicida al ver a Manrique condenado a muerte. Obra de juventud, fue rabiosamente aplaudida en su tiempo a pesar de su trama confusa y su exagerado efectismo, por el dinamismo de la acción y el apasionamiento de los personajes.

El éxito de El trovador, en cuyo argumento se basaría la ópera de Verdi Il trovatore (1853), le decidió a abandonar el ejército, con la esperanza de conseguir en obras sucesivas medios suficientes para vivir, y emprendió una extensa producción dramática de tema histórico, con títulos como El rey monje (1837), El encubierto de Valencia (1840), El caballero leal (1841) y Simón Bocanegra (1843). Pero como la suerte continuaba mostrándosele adversa, emigró a Cuba y a México (1844-1849), donde se dedicó casi exclusivamente al periodismo.

Vuelto a su patria al cabo de cinco años, fue nombrado en 1855 interventor de la Comisión de Hacienda en Londres, cargo al que renunció pocos años después para componer las obras que habían de renovar el éxito inicial en su época de madurez: Juan Lorenzo (1865) y Venganza catalana (1864), cuyo asunto gira en torno a la revancha de los almogávares contra los griegos, a consecuencia del asesinato de su jefe Roger de Flor.

Nombrado miembro de la Real Academia de la Lengua (1865), fue más tarde cónsul de España en Bayona y en Génova (1868-69) y director del Museo Arqueológico de Madrid desde 1872 hasta su muerte. Parte de su actividad como autor se centró en la escritura de libretos de zarzuelas: colaboró con Emilio Arrieta en El grumete (1853), La cacería real (1854) y El capitán negrero (1865), y con Francisco Asenjo Barbieri en La espada de Bernardo (1853) y El robo de las sabinas (1861).

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].