Eusebio Lillo

(Eusebio Lillo y Robles; Santiago, 1826-1910) Político, periodista y poeta chileno cuya obra se sitúa dentro del romanticismo, tendencia predominante en las letras de su país durante el siglo XIX. Político activo y también comerciante, su fama entre los escritores de la época se forjó a partir de su elaboración de la letra de la Canción Nacional de Chile, que en 1848 sustituyó a la escrita por Bernardo Vera y Pintado, aunque de éste se conservó el coro.


Eusebio Lillo

Como tantos otros románticos de su tiempo, Eusebio Lillo estudió en el Instituto Nacional de Santiago, donde también fue discípulo de Andrés Bello. Desde 1844 trabajó de oficial en el Ministerio del Interior. Corresponsal de El Mercurio y de El Comercio de Valparaíso, colaboró además en la Revista de Santiago y en los periódicos La Barra y El Amigo del Pueblo.

Lillo destacó como promotor de la revolución de 1851, que fue el primer intento de llevar a los liberales al poder. Sufrió por ello cárcel durante el gobierno de Manuel Montt y fue desterrado a Valdivia, de donde huyó hasta recalar en Lima. Regresó a Chile en 1852 y continuó su actividad periodística en la publicación La Patria. Posteriormente marchó a Bolivia; allí fundaría el Banco de la Paz y colaboraría en el desarrollo de la minería. De nuevo en Chile, en 1878 fue alcalde de Santiago y después intendente de Curicó. Participó también en la guerra del Pacífico como secretario de la Escuadra y ministro diplomático en campaña.

Elegido senador por Talca en 1882, fue nombrado ministro del Interior del gobierno de José Manuel Balmaceda en 1886, y elegido presidente de la Alianza Liberal. Balmaceda le confió su testamento político antes de su suicidio, un valioso documento que Eusebio Lillo publicó, cumpliendo con ello la voluntad del presidente liberal.

La mayor parte de la obra poética de Eusebio Lillo se concentró en sus años de juventud. La suya es una lírica de plena expresión de los ideales románticos: el amor, la naturaleza, la nostalgia, el miedo y los recuerdos. Se le denominó el "poeta de la flores" debido a composiciones como La violeta, El junco y A una madreselva; además, dedicó poemas a grandes damas: A Isadora, A Matilde, A Elena. También, como otros coetáneos de la generación romántica, escribió algunas leyendas en verso: Loco de amor, Recuerdos del proscrito y Canto de Caupolicán en un día de batalla, sobre el héroe araucano Caupolicán.

Sin embargo, a pesar de su intensa producción, no se publicó en vida del autor ninguna recopilación de sus poemas. Póstumamente aparecieron dos antologías: primero una edición de su obra en un solo volumen a cargo de Carlos Vildósola (1923) y luego otra edición más cuidada, con motivo del Centenario de la Canción Nacional (1948), que realizó Raúl Silva Castro. Sus sobrinos Baldomero Lillo (1867-1923) y Samuel Lillo (1870-1958) también alcanzaron reconocimiento literario.

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].