Fernando Botero

 
La escultura. A partir de 1976 Botero empezó a dedicar cada vez más tiempo a la escultura. Su primera exposición como escultor tuvo lugar en el Gran Palais de París en 1977, con trece esculturas. En 1978 el artista presentó una serie de 32 obras en la Galería Brusberg de Hannover. La calidad de sus esculturas se hace más manifiesta cuando agiganta un fragmento del cuerpo humano o lleva al absurdo el contraste entre dos figuras o partes del cuerpo. Los más grandes reconocimientos al valor de su trabajo escultórico lo representan su exposición en los Campos Elíseos de París (1992) y en la Quinta Avenida de Nueva York (1993). Todos sus trabajos tridimensionales tienen un carácter arcaizante. Ello se debe, según explicaciones del propio artista, a su deseo de buscar las raíces en el arte precolombino y a cierta influencia del arte popular mexicano. En la imagen, Mujer reclinada (1984), una de sus más admiradas esculturas.