Luis Aragonés

(Luis Aragonés Suárez; Madrid, 1938 - 2014) Jugador y entrenador de fútbol español. Su larga trayectoria como jugador y como responsable técnico de numerosos equipos culminó en la consecución para España de la Eurocopa de 2008 desde su puesto de seleccionador nacional. Tal éxito elevó a la categoría de gran referente al polémico seleccionador, uno de los más veteranos del fútbol mundial. La selección por él dirigida exhibió además un juego vistoso y sumamente eficaz durante todo el campeonato, hasta el punto de que fue elegida como la mejor del año por la FIFA.


Luis Aragonés

Nacido en el barrio madrileño de Hortaleza (por lo que sería conocido más tarde con el sobrenombre de El sabio de Hortaleza), Luis Aragonés empezó a practicar el fútbol en el Colegio Jesuita de Chamartín, donde estudió hasta concluir el bachillerato. Pronto el fútbol sería su gran pasión. Ya de infantil, como mediocampista zurdo, mostró que atesoraba cualidades innatas para dominar la técnica y la estrategia.

A los quince años fichó por el Getafe Club de Fútbol, en el que jugó hasta 1958, año en que los ojeadores del Real Madrid se hicieron con su ficha para cederlo a varios equipos de segunda división: Recreativo de Huelva, Hércules y Plus Ultra (convertido después en Real Madrid Castilla). Aragonés estaba ya curtido y era joven y ambicioso, pero los técnicos no acababan de confiar en sus posibilidades. Debutó en primera el 11 de diciembre de 1960, con el Oviedo, aún en calidad de cedido.

Con este club disputó toda la temporada y fue uno de los más destacados del equipo. Pese a ello, Aragonés no llegaría a debutar nunca en el club blanco. El Real Madrid de la época era un equipo plagado de estrellas y prefirió traspasarlo al Real Betis Balompié. Jugó tres temporadas en el equipo bético, convirtiéndose en uno de los mejores centrocampistas adelantados de la Liga, lo que en la temporada 1964-1965 le permitió fichar por el Atlético de Madrid, a la sazón un equipo competitivo.

Con el equipo rojiblanco ganó tres Ligas (1966, 1970 y 1973), dos Copas del Caudillo (1966 y 1972) y el título de máximo goleador de la Liga 1969-1970, empatado con su compañero Eulogio Gárate y con el madridista Amancio. Había debutado con la selección española el 8 de mayo de 1965, de la mano de Ladislao Kubala, y llegaría a vestir la camiseta nacional en 11 ocasiones, en una época en que los partidos de selección no abundaban debido al aislamiento de la España franquista.


Luis Aragonés con la camiseta del
Hércules, en la temporada 1959-60

Su partido más recordado lo disputó en 1974, cuando el Atlético de Madrid alcanzó su primera final de la Copa de Europa ante el Bayern de Múnich, el 15 de mayo en el estadio Heysel de Bruselas. A punto estuvo Luis de llevar a su equipo a lo más alto del escalafón europeo. Excelente lanzador de faltas, marcó un precioso gol por encima de la barrera que adelantó a los españoles. Pero los alemanes lograron in extremis el empate, resultado con el que terminó el encuentro. En aquella época no había desempate mediante penaltis, por lo que dos días después se disputó un segundo encuentro en que los alemanes, mejor preparados físicamente, arrollaron a los colchoneros.

Aquella gran decepción le hizo colgar las botas de jugador cuando había disputados seis partidos de la Liga 1974-1975. Había jugado 265 partidos en primera división y marcado 123 goles. Entonces tomó las riendas del equipo como entrenador. No pudo empezar con mejor pie, pues el Bayern de Munich se negó a jugar la Copa Intercontinental por los problemas políticos de la dictadura argentina. Lo sustituyó el Atlético, que se alzó con el título. Con el mismo equipo ganó la Copa del Rey en 1976 y la Liga al año siguiente. Al finalizar la temporada 1977-1978, Aragonés abandonó el cargo, si bien en la temporada siguiente volvió a entrenar al Atlético en cuatro jornadas. En la siguiente regresó al banquillo del Atlético, pero los malos resultados hicieron que tirara la toalla antes de acabar la Liga.

Tras un año sabático, en 1981-1982 volvió como técnico al Betis, pero, en un momento de inestabilidad, abandonó tras disputarse el primer partido de Liga. Como ave fénix surgida de las cenizas, en 1982-1983 se vio capaz de entrenar de nuevo al Atlético, al que haría campeón de la Copa del Rey y de la Supercopa de España en 1985. En la temporada siguiente abandonó de nuevo, pero regresó en 1986-1987 sustituyendo al defenestrado Jesús Martínez Jayo. Lo suyo era un ir y venir sin rumbo fijo. En 1988 recaló en el Futbol Club Barcelona, sumido en una profunda crisis institucional, que desembocó en el famoso “motín del Hesperia”, en el que Luis hizo piña con los jugadores, a los había motivado para salir de las últimas posiciones de la Liga y para ganar la Copa del Rey de aquel mismo año.

Aquel apoyo incondicional a los rebeldes impidió que siguiera con el Barça, y en 1988-1989 entrenó al R. C. D. Español de Barcelona, ciudad en la que había forjado grandes amistades. Pero su periplo no era previsible: en 1991 se marchó una vez más a su querido Atlético, al que hizo de nuevo campeón de la Copa del Rey en 1992. En 1993 hizo de nuevo las maletas para entrenar dos temporadas al Sevilla F. C., con el que consiguió buenos resultados, lo que no impidió que en 1995-1996 y 1996-1997 se integrara en el Valencia C. F., con el que consiguió el subcampeonato de Liga en su primera temporada. Aún quedaban otras sorpresas, porque en 1997-1998, con poca suerte, entrenó al Real Oviedo y, en la temporada siguiente, al Real Club Deportivo Mallorca, un equipo de segunda fila al que consiguió, esta vez sí, clasificar como tercero de la Liga. En 2000-2001 entrenó por enésima vez al Atlético, descendido a segunda división. Logró el ascenso y permaneció otra temporada con los rojiblancos, a los que abandonó para regresar al Mallorca en 2003-2004.

Estaba destinado a mayores logros desde que el 18 de agosto de 2004 debutó como seleccionador nacional. En primer lugar, logró clasificar a España para el Mundial de Alemania 2006. Al ser eliminada España en octavos, Aragonés presentó su dimisión en varias ocasiones, hasta que decidió continuar para demostrar el nulo fundamento de las críticas que le llegaron de todas partes. Más aún cuando no convocó al madridista Raúl para la Eurocopa 2008 en Austria y Suiza, cuya clasificación había obtenido España con Aragonés el 17 de noviembre de 2007.

Admirador del mítico Helenio Herrera, Luis Aragonés siguió su credo de utilizar cualquier tipo de estratagema para motivar a sus jugadores. En la fase final de la Eurocopa 2008, después de superar los cuartos de final (rompiendo un maleficio que la selección arrastraba desde 1984), eliminó a Rusia en semifinales y, el 19 de junio de 2008, a Alemania en la final. Era la segunda Eurocopa que conseguía España, exactamente 44 años después de conquistar la primera ante la Unión Soviética. Durante el campeonato, Aragonés se convirtió en el mejor seleccionador por número de victorias, superando a Javier Clemente.


Celebrando el triunfo en la Eurocopa 2008

Debido a la excelente actuación de España (Xavi Hernández, del Barça, fue elegido Mejor Jugador; Iker Casillas, del Real Madrid, fue el portero menos goleado; y el valencianista David Villa fue el máximo goleador), Aragonés tenía todas las cartas en sus manos para seguir, pues, además, en el mes de julio la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) eligió por primera vez a España como la mejor selección del mundo. Pero había anunciado que dejaría el cargo al acabar la Eurocopa y cumplió su palabra. No abandonó el fútbol, por supuesto; de inmediato fue a probar suerte en el extranjero, como técnico del Fenerbache turco, al que entrenó solamente durante una temporada. En diciembre de 2013, con 75 años de edad, anunció su retirada definitiva de los banquillos.

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].