Árpád o Arpadios

Dinastía real de Hungría, que se mantuvo en el trono entre los siglos XI y XIII. Su origen remonta a un jefe tribal: Árpád (s. IX), que se destacó en el grupo finés del heterogéneo conglomerado inicial de los pueblos magiares al asentarse en la cuenca media del Danubio y las llanuras del Tisza; se ha datado su caudillaje c. 896-907. Un nieto suyo, el duque Geza (s. IX), se convirtió al cristianismo y afianzó el proceso de unificación y sedentarización magiar entre 972 y 997. Con su hijo Esteban I (Esztergom, c. 971-Buda, 1038), que recibió la corona real del papa Silvestre II en el año 1000, tres años después de su elevación, empezó realmente la dinastía nacional y la construcción del Estado húngaro, proseguida por Salomón (?, 1051-?, c. 1087), rey de 1057 a 1063 y por Béla I (?, 1051-?, 1074), rey desde 1063, que derrocó al anterior y reinó hasta 1074.

Entre sus sucesores cabe destacar a Geza I (?, Polonia, 1044- ?, 1077), rey de 1074 a 1077. A su muerte, la corona pasó a Ladislao I (?, 1040-Nyitra, Eslovaquia, 1095), rey de 1077 a 1095 y a Kalmán (?, 1068-?, 1116), rey 1095 a 1116. Estos soberanos pudieron sustraerse a la poderosa gravitación del Sacro Imperio Germánico -en general apoyando al Papado en la lucha de las Investiduras- y mediante enlace dinástico reunieron la corona de Croacia (desde 1102).

Béla III (s. XII), rey de 1172 a 1196, reinó en la época de mayor expansión, proyectada sobre Dalmacia, Bosnia y Transilvania. Andrés I (c. 1013-Zirc, 1060), rey de Hungría (1047-1060), hubo de exiliarse siendo príncipe de la casa de Árpád. Una vez rey, luchó por la Corona contra su hermano Béla. Fue derrotado y herido mortalmente a orillas del Tisza.

La autoridad monárquica experimentó un sensible retroceso con Andrés II el Hierosolimitano (?, 1175- ?, 1235), bajo cuyo reinado (1205-1235) la alta nobleza laica y eclesiástica arrancó grandes ventajas al obligarle a firmar la Bula de Oro (1222). Las destrucciones de la invasión mongola (1241-1242) sumieron en una grave crisis al reino húngaro que no alcanzaron a sobrellevar Ladislao IV el Cumano (?, 1261-Köröshegy, 1290), rey de 1271 a 1290, ni Andrés III (Venecia, c. 1250-?, 1301), rey de 1290 a 1301, el último arpadio, que consumió en sus luchas con los Anjou y los Habsburgo los recursos del país. Tras él sería regido por dinastías extranjeras (bohemia, polaca, angevina).

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Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].