Baltasar Carlos de Austria

(Madrid, 1629 - Zaragoza, 1646) Príncipe de Asturias. Heredero del trono de España en tanto que hijo único de Felipe IV y de Isabel de Borbón, su prematuro fallecimiento impidió los planes de boda concertados con la archiduquesa Mariana de Austria e hizo peligrar la sucesión de Felipe IV.


El príncipe Baltasar Carlos a caballo (1635), de Velázquez

En 1632, sin haber cumplido aún los tres años, el infante Baltasar Carlos de Austria fue proclamado príncipe de Asturias en las Cortes de Madrid. En 1645 y 1646, ya adolescente, acompañó a Felipe IV en su periplo por las Cortes de Aragón y de Navarra, que reconocieron al príncipe como heredero al trono. Pero el 9 de octubre de ese mismo año, hallándose padre e hijo en Zaragoza para asistir a la clausura de las Cortes, un suceso luctuoso trastocó los proyectos del monarca: cuando le faltaban escasos días para cumplir los diecisiete años, el príncipe Baltasar Carlos moría aquejado de viruela.

Su cuerpo fue embalsamado, siendo el arzobispo Juan Cebrián el encargado de trasladar su cadáver hasta el Panteón Real del monasterio de San Lorenzo de El Escorial (Madrid), pero sus entrañas, depositadas dentro de una pequeña caja carmesí con galón de oro, quedarían depositadas en el muro del lado del Evangelio en el presbiterio de la Seo de Zaragoza, tras una lápida de mármol. Una inscripción recuerda que, aunque su cuerpo había sido llevado a Castilla, “aquí fue enterrado el corazón”.

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].