Olga Blinder

(Asunción, 1921 - 2008) Pintora y pedagoga paraguaya. Miembro fundador del Grupo Arte Nuevo (1954), fue maestra de la mayor parte de artistas destacados de la Generación del 70 en adelante y promovió el desarrollo de la creatividad en la educación. En su obra artística se la ha considerado destacada representante de la vertiente americana del realismo social.


Olga Blinder

Estudió ingeniería de 1939 a 1943 y se licenció además en pedagogía por la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional. Desde muy pronto se especializó en la conexión entre pedagogía y arte. Fue una de las discípulas del renombrado artista brasileño Livio Abramo y participó en numerosos talleres de pintura, dibujo y grabado en Buenos Aires y São Paulo.

Comenzó a exponer sus cuadros en 1951, y desde entonces desarrolló una obra muy prolífica y participó en numerosas muestras colectivas e individuales tanto en su país como en el extranjero. Su primera exposición se presentó en el Centro Cultural Paraguayo-Americano de Asunción. Para entonces ya había establecido contacto con Lili del Mónico, Josefina Pla y José Latorza Parodi, con los que poco después fundaría el Grupo Arte Nuevo, catalizador de una importante renovación del panorama artístico paraguayo que rechazó el academicismo, en un gesto simbólico más allá de una ruptura puramente formal.


Maternidad (1953), de Olga Blinder

En la década de 1950 el estilo de Olga Blinder estaba ya perfectamente definido. Sus obras son expresivas y duras; se trata de composiciones rigurosas que trasmiten una cierta aspereza visual, y cuya temática es casi siempre la figura humana. En la década de los 60 su pintura adquirió un claro compromiso político y de denuncia que vinculó su trayectoria con el realismo social; su obra retrataba el sufrimiento humano.

En los años 70 realizó multitud de grabados en los que inició una investigación formal cercana a la abstracción. El grabado fascinó a la artista y produjo obras excelentes, cargadas de intensidad poética. En la década de 1980 retomó su estilo expresionista y desde su pintura, más introspectiva, reflexionó sobre la condición humana, conservando la intensidad de su sincero compromiso con el arte de su tiempo.

De su carácter emprendedor dan fe sus numerosas iniciativas. En 1972 creó junto a Carlos Colombino la primera colección itinerante de arte paraguayo contemporáneo, colección que fue creciendo para hallar un lugar de exhibición definitiva en el Museo del Barro. Su nombre figura entre los fundadores de la Escolinha de Arte (1952-1976); creó, además, el Taller de Expresión Infantil (TEI, 1976).

Recibió numerosos galardones y reconocimientos. Dos de sus pinturas fueron seleccionadas por el Año Internacional de la Familia, cuya reproducción fue impresa en estampillas nacionales; mereció el premio Afiches sobre derechos humanos de Naciones Unidas en 1992, la Mención en la II Bienal Internacional de Pintura en Cuenca, Ecuador (1991), y la Medalla de Oro de la II Bienal de Córdoba (1964).

Entre sus libros destacan Arte actual en el Paraguay (1900-1995), La educación paraguaya 1945-1991, en Historia de la educación en América Latina; Inteligencia, juego y TV, con otros autores (1982); El juego, los juguetes y el niño, con otros autores; Trabajos sobre museos y educación artística (1994) y En la frontera de un arte nuevo guaraní (1987-1988), en colaboración con el antropólogo Bartomeu Meliá. Publicó además regularmente artículos sobre arte y pedagogía en el Correo Semanal de Última Hora. En 1992 fue nombrada miembro del Consejo de Reforma Educativa.

Cómo citar este artículo:
Tomás Fernández y Elena Tamaro. «» [Internet]. Barcelona, España: Editorial Biografías y Vidas, 2004. Disponible en [página consultada el ].