Pedro Antonio de Cevallos

(Pedro Antonio de Cevallos Cortés y Calderón; Cádiz, 1715 - Córdoba, 1778) Militar y administrador colonial español que fue gobernador de Buenos Aires (1757-1766) y el primer virrey del Río de la Plata (1777-1778). En 1762 tomó la colonia de Sacramento durante la guerra hispano-portuguesa. Durante su breve mandato como virrey fomentó el desarrollo de la colonia, favoreció la industria e impulsó la libertad comercial. Ascendido a capitán general, en 1788 regresó a España, donde falleció poco después.


Pedro de Cevallos

Pedro Antonio de Cevallos ingresó muy joven en la carrera militar y alcanzó altas graduaciones en el escalafón como resultado de su actuación en las campañas de Italia, especialmente en la batalla de Bitonto (1734). En 1756 pasó a ultramar con el nombramiento de gobernador de Buenos Aires, expedido por el rey Fernando VI.

Durante su mandato como gobernador de Buenos Aires (1757-1766), juzgando perjudiciales para España las cláusulas pactadas en el Tratado de Límites de 1750, se enfrentó reiteradamente a los portugueses: apoyó decididamente la resistencia de las misiones jesuíticas del Paraguay frente a la expansión portuguesa desde Brasil, y conquistó en 1762 la colonia portuguesa del Sacramento (Uruguay), aunque hubo de devolverla al año siguiente en virtud de las disposiciones del Tratado de París. En ese mismo tratado, no obstante, se contempló que los territorios de la región septentrional de Río Grande de San Pedro (actual estado de Río Grande do Sul, en Brasil), que el propio virrey había acaparado tras vencer en varios ocasiones a los portugueses (por ejemplo, en la villa de San Pedro), permanecieran bajo soberanía española.

Una década después, y tras iniciarse una nueva guerra con Portugal en los mismos escenarios, Pedro de Cevallos fue designado primer virrey del recién creado Virreinato del Río de la Plata, con capital en Buenos Aires, desgajado del de Perú de forma provisional mediante Real Cédula expedida por Carlos III de España en 1776; ese cargo llevaba aparejados también los de gobernador y capitán general de las provincias del nuevo virreinato, así como el de supremo presidente de la Real Audiencia de Charcas o La Plata.

Cevallos zarpó de Cádiz en octubre de 1776 al mando de una expedición que reunía 115 embarcaciones y unos 10.000 hombres, y tras tomar la isla de Santa Catalina (junto a la costa del actual estado de Santa Catarina, Brasil), arribó al puerto de Montevideo en abril de 1777. Desde allí marchó por tierra hasta la colonia del Sacramento, que reconquistó. Decidió luego dirigirse hacia la región de Río Grande de San Pedro, pero le llegó la noticia de la firma de un nuevo tratado entre ambas naciones (el Tratado de San Ildefonso) que zanjaba provisionalmente la guerra, y se trasladó entonces a Buenos Aires, donde el 15 de octubre de 1777 tomó posesión de su cargo de virrey.

De carácter ilustrado, durante su breve gestión tuvo que aplicar el decreto de libre comercio con las Américas promulgado en 1778 por Carlos III de España, lo que favoreció el desarrollo de la colonia, en particular en lo que se refiere al tráfico naval realizado a través del puerto de Buenos Aires, donde también impulsó la construcción de buques de alto tonelaje. Los de Maldonado y Montevideo, en los que también se establecieron consulados, fueron otros dos puertos beneficiados con el decreto. Por otra parte, la expulsión de los portugueses de las zonas que habían estado en conflicto favoreció el control del contrabando, lo que, sin duda, redundó en el incremento de las rentas fiscales de la colonia.

En otro orden de cosas, el virrey Pedro de Cevallos promovió la agricultura e introdujo una serie de notables medidas de carácter laboral, como la regulación de los horarios de trabajo, el nivel del salario e, incluso, la alimentación diaria que debían recibir los peones. En este sentido, autorizó también el comercio de esclavos negros, en virtud de lo dispuesto en el Tratado de Asiento. Cesó de su cargo de virrey en 1778, siendo sustituido por Juan José de Vértiz y Salcedo. Al poco de regresar a España, con el grado de capitán general, falleció en el convento de capuchinos de Córdoba, durante su viaje desde Cádiz a la Corte en Madrid.

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].