Joan Crespí
(?-Ciudad de Mallorca, 1521) Dirigente de la germanía de Mallorca. En 1519, poco después de iniciarse el reinado del monarca español y futuro emperador Carlos V, el descontento de artesanos y labradores desencadenó en la región valenciana y luego en Mallorca la llamada «Rebelión de las germanías», movimiento gremial en su origen que acabaría extendiéndose a todas las clases desfavorecidas.
Joan Crespí
El artesano mallorquín Joan Crespí era síndico del gremio de pelaires (cardadores de lana) de la ciudad cuando, a finales de 1520, pronunció un discurso contra los privilegios fiscales de la nobleza y las injusticias del sistema tributario e incitó a la revuelta de los menestrales. El 31 de enero de 1521, la adhesión de los gremios a la revuelta de las germanías valencianas motivó que se tuviera a Joan Crespí por uno de los principales dirigentes de la sublevación mallorquina, por lo que el gobernador Miguel de Gurrea ordenó su encarcelamiento el 6 de febrero de ese año, junto con Joanot Colom y otros cabecillas acusados de conspiración.
El levantamiento popular desencadenado al día siguiente en petición de su libertad obligó al gobernador a pactar con los sublevados y a aceptar un sistema de gobierno compartido entre las autoridades oficiales y las nuevamente constituidas por los gremios. Los gremios nombraron a Crespí «instador del bé comú» (instador del bien común) y eligieron una junta de veintisiete miembros que le asistieran en sus tareas. Como consecuencia de sus contactos con Guillem Sorolla, se reestructuró su organización a imitación de la germanía de Valencia, por lo que se creó la Junta de los Trece, constituida por Joan Crespí más ocho representantes menestrales y cuatro campesinos. Crespí comunicó la nueva situación al resto de las poblaciones de la isla y les indujo a seguir su ejemplo.
Expulsado el 16 de marzo el gobernador Gurrea al descubrirse su doble juego de hacer concesiones y enviar avisos y delaciones al rey, el subdelegado de Gurrea, Pedro Paz, se opuso a la insurrección, por lo que tuvo que refugiarse en el castillo de Bellver, donde fue atacado por los sublevados a finales de julio de 1521. A partir de esas fechas se produjo una radicalización de las posturas; de talante moderado, Joan Crespí se enfrentó a los grupos más extremistas, por lo que fue acusado de traición. Su actuación clemente con algunos de los caballeros nobles que se habían hecho fuertes determinó su caída en desgracia como dirigente de la revuelta; la facción radical, dirigida por Joanot Colom, asumió la dirección y depuso a Crespí, que fue encarcelado en el castillo de la Almudaina y condenado a muerte. Su ajusticiamiento tuvo lugar en octubre de 1521. Bajo el liderazgo de Colom, la rebelión prosiguió, resistiendo hasta marzo de 1523 los embates de los ejércitos reales, que desataron tras la victoria una dura represión.
Cómo citar este artículo:
Tomás Fernández y Elena Tamaro. «» [Internet].
Barcelona, España: Editorial Biografías y Vidas, 2004. Disponible en
[página consultada el ].