Abraham ibn Ezra

(Abraham ben Meir ibn Ezra; Tudela, c. 1092 - Calahorra, 1167) Polígrafo hebraicoespañol. Pasó la mayor parte de su vida entre constantes desplazamientos (Córdoba, norte de África, Egipto, Italia, Francia, Inglaterra). Está considerado como uno de los judíos españoles de formación más enciclopédica. De su extensa obra, más científica y metódica que literaria, sobresalen sus estudios sobre temas bíblicos (comentarios a la mayor parte de libros de la Biblia), sobre lingüística hebrea (primer intento de sistematización de la gramática hebrea) y sobre ciencia matemática (muy en especial, trabajos de divulgación astronómica). Es autor también de tratados sobre ética y filosofía y de poemas.


Abraham ibn Ezra entregado a sus observaciones astronómicas

Conocido como Avenara en el medioevo, y también llamado Abraham Judaens y Abenare, así como Sefer Jesod y Sephat Yeter en determinadas obras, Abraham ibn Ezra mereció además de los hebreos toda clase de apodos elogiosos: fue llamado el Sabio, el Grande y el Admirable. Hijo del rabino Mayer ben Ezra, nació en Tudela o en Toledo y fue discípulo de Judá Haleviy, contemporáneo de Maimónides, que le tuvo en gran estima. Llevado del afán de ampliar su vasta cultura, viajó por Egipto, Inglaterra, Italia y Francia, donde residió algún tiempo, especialmente en Dreux (ciudad cercana a París) desde 1155 a 1157.

Ibn Ezra es recordado, ante todo, por sus comentarios bíblicos, en especial los dedicados al Pentateuco, incluidos a menudo en ediciones hebreas del Antiguo Testamento. Los 24 libros de comentarios que escribió, muy leídos durante la edad media, fueron incluso a su vez objeto de otros comentarios. En general, las glosas de Abraham ibn Ezra tienden a ser sencillas y exactas, puesto que por lo común huye de las alegorías a que eran tan dados los doctores judíos. Sus puntos de vista están lejos de presentar una uniformidad de criterio, ya que unas veces aparece como un exégeta racionalista, otras como un cabalista, otras como un devoto ferviente y otras como un librepensador que no duda en contraponer su criterio a las opiniones de su época. Basándose en las ciencias físicas y naturales se atreve a afirmar, por ejemplo, que el paso de Moisés y sus seguidores a través del Mar Rojo fue posible no gracias a un milagro, sino a una marea baja.

En realidad, la figura de Abraham ibn Ezra es la que mejor encarna el tipo del intelectual o estudioso judaicoespañol del siglo XII, pues pocos autores pueden competir con él en fecundidad de pluma y en la variedad de temas. Fue un verdadero polígrafo que lo mismo sobresalía en la exégesis bíblica y en la gramática hebraica que en la filosofía, las matemáticas, la medicina o la astronomía. Ibn Ezra escribió además poesías al estilo arabigoespañol, o sea, con temática amorosa, epitalámica o floral, o también elegíaca y panegírica. Tras huir de la persecución almohade, compuso una conmovedora elegía en la que, cual nuevo Jeremías, llora sobre las ruinas de las comunidades judaicas de Marruecos y del Al-Andalus. Es una poesía sentidísima, llena de emoción y de triste melancolía.

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].