Luis Gálvez de Montalvo

(Guadalajara, 1546 - Palermo, 1591) Escritor español. Es autor de la novela pastoril El pastor de Fílida (1582), elogiada por Lope de Vega y por Miguel de Cervantes. Tradujo a Tasso y a Tansillo.

Su familia procedía de las riberas del Adaja, acaso de Arévalo. Parece ser que su padre era servidor del marqués de Coria, y él mismo estuvo al servicio de Enrique de Mendoza y Aragón. Luis Gálvez de Montalvo tradujo el Llanto de San Pedro de Tansillo y, según Lope de Vega, la Jerusalén libertada de Torquato Tasso, versión que se ha perdido. Al parecer, murió en Palermo (Sicilia), en el hundimiento de un puente erigido para recibir al virrey, el conde de Alba de Liste.

Se le recuerda por su novela en siete libros titulada El pastor de Fílida (1582), obra característica de la narrativa pastoril, género entonces de moda y muy apreciado entre las minorías cultas en el que se relataban, en elegante estilo y en un ambiente bucólico e idealizado, las vicisitudes amorosas de unos pastores. En este caso se narran los amores del pastor Siralvo por Fílida, noble doncella andaluza, y de Mendino por Elisa. Como es frecuente en este tipo de obras, los nombres fingidos de los personajes encubren otros realmente históricos de la alta sociedad de la época, y así es posible identificar no sólo a los héroes principales de la novela, sino a muchos otros que en ella aparecen. En el "Canto de Erión", poema intercalado en el texto, se celebran las excelencias de las damas de la corte, que son citadas nominalmente, empezando por las princesas.

La acción se desarrolla a orillas del Tajo, probablemente en las inmediaciones de Toledo, y aunque la convencionalidad del paisaje es idéntica a la de todas las obras de este género, algunas de las descripciones son verdaderamente interesantes y están bien logradas. La prosa del conjunto está aliviada con frecuentes versos, bastante buenos algunos de ellos, y aunque en ocasiones resulten ásperos y desiguales, las excelentes redondillas y versos cortos hacen olvidar las lagunas del resto.

Es interesante también una égloga intercalada y representable, con ciertos rasgos de poesía realista, en que, con notable vigor, se describen algunas escenas de la vida rústica; la parte IV contiene además una discusión entre seguidores de la escuela castellana y partidarios de la italiana. El estilo es amable y delicado, aunque en ocasiones algo conceptuoso y amanerado. Gálvez de Montalvo supo huir del período largo y pesado que hubiera recargado excesivamente el tono de la novela; predomina en ella la cláusula de mediana extensión, y no faltan verdaderos aciertos de construcción rápida y de vivaz intención. Deudora de los modelos de Jacopo Sannazaro y Jorge de Montemayor, la obra fue muy bien acogida en la época.

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Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].