José de Gálvez

(José de Gálvez y Gallardo, marqués de Sonora; Macharaviaya, 1720 - Aranjuez, 1787) Administrador colonial español que fue visitador general de Nueva España (1765-1771) y ministro de Indias (1776-1787). En su misión como visitador general con plenos poderes destituyó al virrey Cruïlles (1766), expulsó a los jesuitas (1767) y llevó a término una importante reorganización administrativa y fiscal; creó asimismo el ejército regular y fomentó el poblamiento de Sonora, California y Nueva Vizcaya. Desde su cargo de ministro de Indias abolió los repartimientos, creó las intendencias y el nuevo virreinato del Río de la Plata (1777) y fue el inspirador del decreto de libre comercio (1778). Su hermano Matías de Gálvez y su sobrino Bernardo de Gálvez destacaron también por sus servicios a la corona en la América colonial.


José de Gálvez

Miembro de una familia de hidalgos empobrecidos, José de Gálvez estudió en el seminario de Málaga hasta 1737, fecha en que marchó a Madrid, ingresando después en la Universidad de Salamanca. Concluidos sus estudios de leyes, se estableció en Madrid como abogado, consiguiendo el apoyo de los franceses residentes en la corte y del embajador de Francia, del que llegó a ser consejero legal. Ello atrajo la atención del ministro de Estado español, Jerónimo Grimaldi, que le hizo uno de sus colaboradores, y el 25 de noviembre de 1764 fue nombrado alcalde de casa y corte.

El 20 de febrero de 1765 fue nombrado visitador general de Nueva España; para darle mayor autoridad, ocho días después se le hizo miembro honorario del Consejo de Indias e intendente del Ejército. Las instrucciones que recibió le encargaban la inspección de toda la organización hacendística del virreinato y de todos los tribunales de justicia, debiendo ser su principal objetivo lograr un sensible incremento del erario público que permitiese el sostenimiento del ejército que poco antes se había empezado a crear en México. En realidad, la actividad desarrollada por Gálvez en Nueva España (1765-1771) se amplió a muchos y graves asuntos no contenidos en las primeras instrucciones.

En el primer año de su estancia en México vio dificultada su labor por la hostilidad que pronto le patentizó el entonces virrey, Joaquín de Montserrat, marqués de Cruïlles. De agosto de 1765 a julio del año siguiente se ocupó en la represión del contrabando en Veracruz y la Laguna de Términos, en reglamentar la gran feria de Jalapa y en perfeccionar el monopolio del tabaco, que se convirtió en su principal éxito en el plano hacendístico. La llegada del nuevo virrey, el marqués Carlos Francisco de Croix, con quien siempre estuvo en óptimas relaciones, dio gran eficacia a su labor.

La expulsión de los jesuitas no era misión encomendada por el gobierno a José de Gálvez, pero, buscando Carlos Francisco de Croix quien le ayudase a ello, no encontró persona más de su confianza que el visitador y sus colaboradores. José de Gálvez intervino en este suceso de dos maneras. Primero, copió por su mano algunas de las órdenes reservadísimas que debían ser remitidas a todos los puntos del virreinato, y personalmente las comunicó el 25 de junio de 1767 a los jesuitas del Colegio Máximo de México; luego, como la expulsión dio lugar a graves tumultos en varias regiones del interior de Nueva España, el mismo José de Gálvez, con una escolta de setecientos hombres, se dirigió a restablecer el orden en las localidades de San Luis de la Paz, San Luis Potosí, Guanajuato y Valladolid de Michoacán, consiguiendo dominar la subversión e imponiendo graves penas a los responsables.

El 9 de abril de 1768 José de Gálvez volvió a salir de México con dirección a las provincias del noroeste, movido por el deseo de organizar los territorios de California y Sonora, hasta entonces en manos de los misioneros jesuitas. Cuando se hallaba en camino, recibió la orden de reconocer las costas al norte de la península californiana, donde se temía que hubiera establecimientos rusos e ingleses. Primera consecuencia de este viaje de José de Gálvez fue la fundación del puerto de San Blas, en adelante principal base española para la exploración del Pacífico norte.

Gálvez despachó por tierra expediciones que, coincidiendo con otras de las naves de San Blas, permitieron la ocupación de los puertos de San Diego y Monterrey, origen de la provincia española de Alta California. En cuanto a Sonora, había hecho posible el envío de una fuerza militar para la sujeción de las tribus pimas y seris, pero fracasó en sus tentativas de obtener una paz inmediata.

Vuelto a España en 1772, pasó a ocupar plaza en el Consejo de Indias y, en 1776, Carlos III de España lo nombró ministro de Indias, cargo que desempeñó hasta su fallecimiento. Ya en 1776 se hizo sentir la entrada de José de Gálvez en el ministerio con la adopción de cuatro trascendentales medidas: creación del virreinato del Río de la Plata, de la intendencia de Caracas y de la Comandancia General de las Provincias Internas de Nueva España, más el envío de una visita general al Perú. En los años siguientes, con algún intervalo, se pusieron en vigor el sistema de libre comercio y las dos ordenanzas de Intendentes, y se crearon las fiscalías de Real Hacienda y la Compañía de Filipinas.

Su gestión como ministro de Indias tuvo dos directrices básicas: racionalización de la estructura político-administrativa y fomento de la economía americana. Gálvez procuró dotar de personalidad y de órganos adecuados de gobierno a determinadas regiones; a esta actitud obedece la creación del virreinato del Río de la Plata y la Comandancia General de las Provincias Internas, que abarcaba los territorios septentrionales del virreinato mexicano. En 1776 estableció en Venezuela una intendencia y, al siguiente año, una capitanía general que unificaron las hasta entonces disgregadas provincias de Trinidad, Guayana, Cumaná, Margarita, Caracas y Maracaibo, surgiendo luego de esta unión la actual nacionalidad venezolana. Para impulsar el saneamiento hacendístico y la inspección de los tribunales envió visitadores a los virreinatos del Perú (José A. de Areche) y de Nueva Granada (Juan Francisco Gutiérrez de Piñeres) y extendió el sistema de intendencias, generalizado a partir de las Ordenanzas de 1782 y 1786, que llegaron a regir en todo el Imperio, excepto en Nueva Granada.

Al intento de fomentar la economía americana, por último, respondía la liberalización del comercio transatlántico, sujeto hasta entonces al rígido sistema de «flotas y galeones» y puertos únicos. El Reglamento de Libre Comercio de 12 de octubre de 1778 supuso un paso decisivo al conceder la libre comunicación entre los puertos principales de la península Ibérica y de América, con la excepción de Caracas y Nueva España. De José de Gálvez cabe decir que a su muerte dejaba inconclusa una obra ingente, para cuya perfección faltaron después en el Ministerio los hombres adecuados. Sus servicios fueron recompensados con la concesión del título de marqués de Sonora (1785).

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].