Hernandarias de Saavedra

(Hernando Arias de Saavedra; Asunción, 1564 - Santa Fe, 1634) Conquistador y administrador colonial español. Participó en varias expediciones militares y de exploración hasta que en 1596 empezó a desempeñar el cargo de gobernador en Asunción y luego en Buenos Aires, donde fue el primer criollo nombrado por España. Creó reducciones para evangelizar a los indígenas y favoreció la llegada de jesuitas para dirigirlas. Combatió el contrabando con los portugueses y amplió el territorio bajo dominio español, organizando expediciones de exploración al sur de Brasil, Patagonia y Uruguay.


Hernandarias de Saavedra

Su padre, Martín Suárez de Toledo, que llegó a Hispanoamérica en compañía de Álvar Núñez Cabeza de Vaca, había sido teniente de gobernador en Río de la Plata entre 1569 y 1572. En su juventud, Hernandarias intervino en numerosas expediciones de exploración y conquista. Acompañó a Hernando de Lerma en sus incursiones de castigo contra varias poblaciones indígenas y a Juan de Garay, con una de cuyas hijas contrajo matrimonio, en su campaña de refundación de Buenos Aires. Combatió asimismo contra los guaycurúes y en 1585 participó en la fundación de Concepción del Bermejo. En abril de 1588, junto al gobernador de Río de la Plata, Juan Torres de Vera, y el sobrino de éste, Alonso de Vera, colaboró en la fundación de Vera de las Siete Corrientes (la actual ciudad de Corrientes, en Argentina). Posteriormente se encargó de la defensa de la nueva ciudad hasta ser requerido en Concepción del Bermejo, atacada por los indígenas.

Desde 1592 Hernandarias de Saavedra detentó diferentes cargos dentro de la administración colonial, como el de teniente de gobernador y justicia mayor del cabildo de Asunción o el de lugarteniente de gobernador y capitán general. A partir de 1596 ejerció como gobernador de Río de la Plata en tres periodos diferentes: 1596-1599, 1602-1609 y 1614-1618.

Bajo su gobierno se produjeron dos acontecimientos muy importantes para el proceso histórico del Paraguay colonial: la penetración de las misiones jesuíticas, en 1608, y la división, en 1617, de la provincia en dos gobernaciones, la de Guairá (o Paraguay) y la de Río de la Plata (o Buenos Aires). Ambos hechos han sido considerados por algunos historiadores como adversos para el posterior desarrollo del Paraguay; para otros, estos acontecimientos no pueden atribuirse sólo a Hernandarias, sino también a la activa participación del Virreinato del Perú, que por aquella época buscaba poner límites a los rebeldes de la Ínsula Paraguaya.

De hecho, la enorme extensión de la gobernación de Río de la Plata, que dificultaba su control político y militar, y el creciente auge de Buenos Aires, donde se había establecido la residencia del gobernador, en detrimento de Asunción, propiciaron esta reforma administrativa del territorio. La dos nuevas de circunscripciones de Río de la Plata y Guairá fueron creadas mediante una Real Disposición de 17 de diciembre de 1617 y de acuerdo con los requerimientos y observaciones de Hernandarias.

Hombre de carácter severo y sumamente estricto, e importante ganadero y terrateniente de la región, Hernandarias de Saavedra fue también conocido como el «protector de los indios», título adquirido al hacer cumplir las disposiciones establecidas por la Corona española para la constitución de los «pueblos de indios», donde los nativos debían vivir segregados de la colectividad hispana, contra la antigua costumbre feudal-patriarcal que hacía a los naturales compartir la casa de los españoles, en lo que se consideraba una promiscuidad.

Además de propiciar el establecimiento de misiones jesuitas en los territorios rioplatenses, Hernandarias protegió a los franciscanos, favoreció la edificación de las catedrales de Asunción y Buenos Aires, y participó en la fundación de las primeras escuelas de la región y de casas de recogimiento, en Santa Fe y Asunción, para jóvenes huérfanas o necesitadas.

A lo largo de sus mandatos no descuidó la oportunidad de efectuar nuevas exploraciones. En 1604 llevó a cabo una expedición al sur de la Patagonia, pasando por las Salinas Grandes, donde estableció un fortín, y siguió hacia el sur en busca de la fabulosa Ciudad de los Césares. Cruzó el río Colorado y llegó al río Negro, que no pudo cruzar ni vadear. La aridez y la espantosa soledad de esas tierras decidieron su regreso a Buenos Aires, adonde llegó el 18 de febrero de 1605.

Tres años después dirigió la exploración de Uruguay, donde se enfrentó con éxito a los charrúas, y de la región habitada por los Tape, en el sur del actual Brasil. Hernandarias fortificó Buenos Aires, amenazada por naves piratas, e hizo observar rigurosamente las reales cédulas relativas al comercio y a la represión del contrabando. Estas últimas medidas perjudicaron económicamente a parte de la población, para quienes el contrabando con los portugueses era una práctica normal que les reportaba pingües beneficios, y motivaron numerosos desórdenes y la hostilidad de los mercaderes en su último mandato.

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].