Rosa Luxemburg
(Rosa Luxemburg o, por castellanización del apellido, Rosa Luxemburgo; Zamosc, Rutenia, 1870 - Berlín, 1919) Revolucionaria y teórica del socialismo alemán, de origen judío polaco. Hija de un comerciante de Varsovia, su brillante inteligencia le permitió estudiar a pesar de los prejuicios de la época y de la discriminación que las autoridades zaristas imponían en Polonia contra los judíos.
Rosa Luxemburg
Su militancia socialista le obligó a exiliarse desde los dieciocho años, refugiándose en Suiza. Alí terminó sus estudios de derecho, trabó contacto con revolucionarios exiliados y se unió a la dirección del joven Partido Socialdemócrata Polaco.
Contraria a todo nacionalismo, en 1898 se trasladó a Alemania para unirse al poderoso Partido Socialdemócrata de aquel país (SPD) y participar en los debates teóricos que lo agitaban desde la muerte de Marx y Engels. Asociada con Karl Kautsky, representó la «ortodoxia» del marxismo frente al «revisionismo» de Eduard Bernstein e hizo aportaciones teóricas originales en torno al imperialismo y al derrumbe del capitalismo, que creía inevitable (La acumulación del capital, 1913).
Luxemburg se distanció de Kautsky y de la mayoría del partido a medida que éstos se inclinaron hacia los métodos parlamentarios, pasando a ser reconocida como la líder principal del ala izquierda del SPD; pero también criticó a Lenin y su concepción centralista y autoritaria del partido de revolucionarios profesionales.
Junto con Karl Liebknecht, Rosa Luxemburg encabezó las protestas de los socialistas de izquierda contra la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y contra la renuncia del SPD al internacionalismo pacifista; fue detenida por ello en 1915, pero continuó escribiendo desde la cárcel; fue ella quien puso las bases teóricas para la escisión de la Liga de los Espartaquistas (1918), transformada un año más tarde en Partido Comunista Alemán (KPD).
En libertad desde la revolución de 1918 que hizo abdicar al emperador Guillermo II de Alemania, Luxemburg lanzó junto con Karl Liebknecht la Revolución espartaquista de 1919, y, al igual que Liebknecht, murió a manos de los militares encargados de su represión.
Cómo citar este artículo:
Tomás Fernández y Elena Tamaro. «» [Internet].
Barcelona, España: Editorial Biografías y Vidas, 2004. Disponible en
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