Fernando Arturo Meriño

(Antoncí, 1833 - Santo Domingo, 1906) Eclesiástico dominicano que llegó a ser presidente de la República Dominicana (1880-1882). Aunque nacido en Antoncí, en el municipio de Yamasá, desde pequeño pasó a residir en la villa de San Carlos, en casa de sus padrinos. Fernando Arturo Meriño ingresó al Colegio San Buenaventura con el propósito de estudiar derecho civil y se ordenó sacerdote en 1856. Interesado ya entonces por los avatares de la política, se presentó a los comicios legislativos y salió elegido diputado en 1857.


Fernando Arturo Meriño

La República Dominicana había proclamado su independencia respecto a Haití en 1843; uno de sus principales artífices fue el general y terrateniente Pedro Santana, que derrotó a los haitianos en la batalla de Azua (1844) y había gobernado desde entonces intermitentemente con maneras dictatoriales. Hallándose en el poder, y ante los continuos ataques e intentos de invasión de los haitianos, que amenazaban la soberanía del país, Pedro Santana inició en 1861 las gestiones encaminadas a anexar la nación a España; a cambio esperaba obtener de España el nombramiento de gobernador y perpetuarse así en el poder. Fernando Arturo Meriño figuró entre los que más clamaron contra su propósito, incluso desde el púlpito. En connivencia con los generales Eusebio Manzueta y José Leger, trató de impedir la anexión, pero fracasó y hubo de exiliarse a Puerto Rico.

La Guerra de Restauración (1863-1865) frustró finalmente la anexión a España y restauró la República Dominicana. Pero una segunda tentativa, en este caso de anexión a los Estados Unidos, fue planteada en 1869 por el presidente Buenaventura Báez. La oposición de Fernando Arturo Meriño fue igualmente radical y le valió un nuevo exilio; afortunadamente para los de su causa, el Congreso estadounidense rechazó la propuesta de Báez.

Tras su regreso definitivo al país, Fernando Arturo Meriño se integró en el Partido Azul de Gregorio Luperón y ocupó diversos cargos eclesiásticos. Candidato del Partido Azul a la presidencia de la República, resultó elegido para el período 1880-1882. En sus últimos meses en el cargo y autorizado a gobernar como dictador, dictó el decreto de San Fernando, mediante el cual se condenaba a muerte, sin juicio, a todo el que fuera sorprendido con las armas en la mano. Cumplido su mandato fue consagrado, en 1885, arzobispo de Santo Domingo, dignidad que mantuvo hasta su fallecimiento.

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].