Giorgio Morandi

(Bolonia, 1890-1964) Pintor y grabador italiano. Estudiante de la Academia de Bellas Artes de Bolonia, se centró en el grabado y en la pintura de paisajes y de naturalezas muertas, dominantes en su producción. En sus inicios recibió la influencia de los maestros italianos (Giotto, Uccello, Masaccio) y, con posterioridad, de Cézanne, el cubismo y el futurismo, hasta que su obra adquirió de forma paulatina una orientación metafísica. Desde 1930, sin embargo, se dedicó a la investigación de la realidad objetual (botellas, jarrones, cajas) y paisajística, reducida a su sobriedad esencial.


Giorgio Morandi

Nacido en una familia de clase media, Giorgio Morandi estudió en la Academia de Bellas Artes de Bolonia desde 1907 hasta 1913, período que aprovechó para viajar por el norte de Italia y conocer a los grandes artistas del pasado (Giotto, Paolo Uccello, Masaccio, Piero della Francesca), que tendrían un importante papel en su carrera. Aunque nunca se integró en ninguna corriente, se interesó por las vanguardias y las sucesivas manifestaciones artísticas de su siglo. Con los futuristas compartió su primera exposición en 1914, y apreció como ningún otro el legado de Paul Cézanne, en quien vio un modelo a seguir. Aún así, Morandi destruiría la mayor parte de sus obras de esta época.

Durante la Primera Guerra Mundial fue llamado a filas, pero al mes y medio cayó enfermo y se le declaró inútil para el servicio militar. Entre 1918 y 1919 se aproximó a la pintura metafísica de Giorgio De Chirico y Carlo Carrá, publicando una serie de bodegones enigmáticos en la revista del grupo, Valori Plastici. Aunque mereció el elogio de Giorgio De Chirico, que definió su pintura como una «metafísica de los objetos cotidianos», a mediados de los años veinte había cortado por completo con la escuela metafísica e iniciado una búsqueda personal que maduraría en los años treinta y cuarenta.

Alejado de la vida pública, aunque siempre atento a los hechos artísticos y culturales y activo participante en los más significativos, Morandi permaneció en su ciudad natal, en cuya Academia de Bellas Artes ejerció la docencia desde 1930 hasta 1956. Su obra no fue plenamente valorada en toda su dimensión hasta que, galardonado en la Bienal de Arte de Venecia en 1948, empezó a obtener reconocimiento en el extranjero y se organizaron diversas exposiciones retrospectivas del artista, algunas de ellas póstumamente.


Naturaleza muerta (1953), de Giorgio Morandi

Giorgio Morandi se sirvió de diversas técnicas (la pintura al óleo, el grabado, la acuarela y el dibujo), pero desarrolló exclusivamente dos temas: el paisaje y, sobre todo, la naturaleza muerta. En sus paisajes encontramos los árboles, casas de campo y caminos de Grizzana, donde veraneaba, así como los tejados y antenas que veía desde el patio de su casa boloñesa en que residía y pintaba.

Sus bodegones son fruto de una profunda introspección, de una depurada búsqueda y de la extrema exigencia formal para investigar las leyes internas de la composición pictórica. Los protagonistas son objetos comunes y humildes, presentados frontalmente, agrupados o alineados encima de una mesa, y tratados como formas geométricas en un espacio sin apenas profundidad; botellas, tazas y vasos aparecen en atmósferas rarificadas, y la espesa materia de sus pinceladas se despliega en tonalidades sordas e intimistas, creando conjuntos invadidos por un extraño sentimiento de irrealidad.

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].