Giovanni Morelli

(Verona, 1816 - Milán, 1891) Escritor, coleccionista y crítico de arte italiano que creó un método de atribución de obras de arte basado en la comparación de ciertos detalles morfológicos de los personajes de un cuadro. Dedicó sus indagaciones a las colecciones italianas de algunas galerías europeas (Roma, Munich, Dresde, Berlín).


Giovanni Morelli

Giovanni Morelli se formó en Suiza y especialmente en Alemania, en cuyas universidades cursó variados estudios y disciplinas. Residió luego en Roma, en Florencia y, más tarde, en capitales europeas como Londres o Madrid; en éstas y en otras ciudades frecuentó los museos y galerías de arte, visitas que darían lugar a los sucesivos ensayos, escritos en lengua alemana, sobre cuestiones de autoría artística que reuniría en su obra más conocida, Estudios de crítica de arte sobre la pintura italiana. Publicada bajo el pseudónimo de Ivan Lermolieff, esta obra comprende en su edición definitiva (Leipzig, 1890-1893) tres volúmenes, dedicados respectivamente a las Galerías Borghese y Doria Pamphili de Roma, a las pinacotecas de Munich y Dresde y a la Galería Nacional de Berlín.

En los Estudios de crítica de arte sobre la pintura italiana, Giovanni Morelli se ocupa, casi exclusivamente, de las pinturas y dibujos italianos del siglo XV y de la primera mitad del siglo siguiente. Como antes hiciera el historiador de arte italiano Giovanni Battista Cavalcaselle en su Historia de la pintura en Italia, Morelli se propone, ante todo, distinguir los lienzos originales de los maestros de los de sus discípulos e imitadores y de las copias; precisar atribuciones erróneas y dudosas; y establecer por medio de la comparación y deducción un catálogo razonado de las pinturas de cada artista.

Los Estudios son, pues, fruto de la labor de un experto, cuyas investigaciones no toman la forma, como sucede en Cavalcaselle, de una extensa narración histórica, sino de una revisión crítica de los catálogos de cada galería. Las pinturas, agrupadas regularmente de acuerdo con las diversas escuelas regionales (veneciana, lombarda, ferraresa, boloñesa, toscana y umbría), son examinadas individualmente y con frecuencia confrontadas con otras obras del mismo artista, permitiendo reconstruir totalmente o al menos en parte su actividad.

Pero la novedad de la obra de Morelli no radica tanto en su estructura como en el criterio del método propugnado. Establecida la premisa de que, con frecuencia, los expertos no logran formular juicios suficientemente fundados y precisos fiándose solamente en la llamada «impresión de conjunto», Morelli sostiene que puede llegarse a un criterio objetivo para determinar el autor de una obra de arte si se parte de la observación exacta y analítica de todos sus detalles formales, incluso los secundarios y mínimos, los cuales constituyen a veces los indicios más seguros. De ahí la importancia que él atribuye a la forma de las orejas, de las manos, de las uñas y otras características semejantes que determinan las «costumbres manuales» de los diversos pintores. El método, que fija y precisa con rigor algunos principios aplicados de antiguo inconscientemente por los técnicos, adolece en su formulación teórica del positivismo entonces dominante y de la primera educación científica del autor.

Es también fácil comprobar el lado negativo de esta grafología aplicada a la pintura, que pretende prescindir de la valoración de las obras artísticas en su totalidad expresiva y se funda preferentemente en las partes más débiles de ellas, en las que el estilo más fácilmente decae en convenciones gráficas y en una práctica manual. No obstante, Morelli rebasa a menudo, en el ejercicio activo de sus críticas, las propias premisas, y logra penetrar, a través de la forma, en el espíritu de la obra, consiguiendo muchos resultados preciosos.

Por otra parte, Morelli tiene el mérito de haber sido de los primeros en afirmar que, ante todo, interesa familiarizarse «con la lengua mediante la cual se expresa el arte», es decir, considerar la obra en sus propios valores plásticos. El interés que en Europa despertaron los Estudios de crítica de arte sobre la pintura italiana fue amplísimo; contribuyó a ello su estilo, a menudo polémico y vivaz. El método morelliano encontró detractores como Wilhelm von Bode, imitadores que lo llevaron a la exageración, e investigadores que recogieron y profundizaron sus mejores exigencias, como el estadounidense Bernard Berenson y el italiano Adolfo Venturi. Morelli influyó sobre todo, a través del crítico austriaco Franz Wickhoff, en los historiadores del arte de la escuela vienesa.

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].