Georg Elias Müller

(Grimma, 1850 - Gotinga, 1934) Psicólogo alemán. Fundador de la psicología experimental y una de las figuras más destacadas de la psicofísica, el trabajo de Müller fue especialmente productivo en lo referente a publicaciones docentes y comprendió cuatro áreas principales: la psicofísica, la memoria, el pensamiento psicológico y la teoría de la visión del color. La psicofísica de Müller fue la precursora de la teoría del color desarrollada por Hering, mientras que sus estudios sobre la memoria condujeron a la teoría del pensamiento psicológico formulada por Herbart y Külpe. Sus investigaciones sobre la psicofísica y la memoria se convirtieron en elementos imprescindibles de la psicología experimental americana.


Georg Elias Müller

Concluidos sus estudios de bachillerato, y ante la necesidad de tener que elegir una carrera universitaria, Georg Elias Müller decidió matricularse en filosofía en la Universidad de Leipzig, en la que apenas completó el primer curso, para trasladarse luego a la de Berlín. Como a muchos de los estudiantes de su generación, la Guerra franco-prusiana truncó de manera momentánea su carrera académica; Müller sintió la llamada de la patria como una obligación, por lo que se enroló en las milicias prusianas. Terminado el conflicto entre las dos naciones europeas, fijó su residencia en Leipzig, donde retomó sus estudios. Pasó un semestre bajo la tutela de Moritz Wilhelm Drobisch, que se convirtió en su primer mentor, para continuar después sus estudios a las órdenes de Rudolf Hermann Lotze en la Universidad de Gotinga.

No fue hasta el año 1873 cuando Müller completó su tesis sobre el análisis básico de la atención sensorial; ese mismo año logró una plaza de profesor residente en la Universidad de Gotinga, donde permaneció durante tres años. Decidió entonces adquirir la habilitación para ser profesor titular, por lo que tuvo que redactar y presentar una segunda tesina ante un tribunal universitario. Dicho estudio fue publicado en el año 1878 con el título de Zur Grundlegund der Psychophysik ('Para la fundamentación de la psicofísica') y convirtió a su autor en el precursor de la reestructuración de la ciencia psicofísica.

En dicho trabajo, Georg Elias Müller conectaba aparentemente con la leyes formuladas por Ernst Heinrich Weber acerca de los estímulos sensoriales, ya que se centraba fundamentalmente en los umbrales de la percepción. No dio por concluido el estudio hasta veinticinco años más tarde. Con su habilitación como profesor, logró una plaza de profesor ordinario en la recientemente inaugurada Universidad Bokovina de Tschernowyzy durante el semestre de invierno de 1880. Al semestre siguiente, es decir, el que empezaba a partir de abril de 1881, ocupó el puesto de Lotze en la Universidad de Gotinga.

Desde 1881 y hasta el año 1921 se dedicó intensamente a crear y desarrollar, en el seno de la universidad alemana, uno de los más importantes centros de investigación psicológica. Los estudios allí realizados contribuyeron al conocimiento de las sensaciones, la memoria, el aprendizaje y la visión del color. En dicho departamento trató de aumentar el conocimiento que se tenía sobre las fluctuaciones diarias en los umbrales individuales de percepción o sensibilidad. A partir de estos estudios publicó diferentes libros sobre la discriminación sensorial del peso (1899) que revelaban la existencia de una anticipación inconsciente en tal discriminación.

En el año 1879 Müller comenzó estudios intensivos basándose, en un principio, en las medidas y apuntes de Gustav Theodor Fechner, pero sus investigaciones no recibieron un impulso definitivo hasta 1887, cuando se le concedió financiación estatal. Desarrolló sus siguientes experimentos junto a Friedrich Schumann, que había adquirido la habilitación para dar clase junto a él y que se convirtió, por algún tiempo, en su mecenas. En esa época de colaboración sus miras se centraron en la transferencia retroactiva. Tras la publicación de los descubrimientos de los dos amigos, Müller comenzó a tener una mayor ascendencia sobre sus alumnos, algunos de los cuales figurarían con el paso del tiempo entre los más destacados psicólogos alemanes.

A mitad de la década de 1890 decidió ayudar a uno de los pioneros de la fisiología, Hermann Ebbinghaus, en sus estudios sobre la memoria y el aprendizaje y, por este motivo, centró sus investigaciones en la relación estímulo-respuesta de la visión. Analizó exhaustivamente los métodos de Ebbinghaus comenzando por la distinción de los procesos activos, como por ejemplo la organización de la conciencia en el aprendizaje. Tras diferentes investigaciones, llegó a la conclusión de que el aprendizaje estaba motivado por asociaciones contiguas. También sugirió que se producía un continuo esfuerzo activo para encontrar relaciones y que, en los juicios, se incluían elementos tales como sensaciones anteriores y sentimientos, además de aspectos como la duda, el titubeo y la buena voluntad.

A pesar de que la mayor parte de los principios que sostuvo fueron adoptados posteriormente por la psicología de la Gestalt, inaugurada por los investigadores alemanes Kurt Koffka, Wolfgang Köhler y Max Wertheimer, Müller se declaró en 1923 totalmente opuesto a esta escuela. Müller también dedicó buena parte de sus estudios de esa época a desentrañar la visión del color en el ojo humano. En este trabajo llegó a sugerir que el cerebro sumaba un componente gris para poder retener los colores inducidos por la vista. Fue el primero en proponer la teoría de los estadios múltiples, según la cual el cerebro pone pigmentos receptores para poder transformar su respuesta en los cuatro colores primarios en la mente.

Ante lo importante de sus aportaciones al mundo científico, la Academia de Berlín le ofreció el sillón segundo de la misma, que había sido rechazado Carl Stumpf. Este ofrecimiento también fue declinado por Müller. El reconocimiento nacional e internacional a su aportación a la psicología experimental se produjo en el año 1904, cuando logró entrar a formar parte del grupo selecto de la Sociedad Alemana de Psicología Experimental. En ella permanecería hasta el año 1927, cinco años después de su jubilación obligatoria. Un poco antes, a partir de 1903, había empezado a publicar los primeros principios psicofísicos, aunque no dejó de lado otras de sus preocupaciones, como la teoría del color y la psicología del pensamiento. Sin embargo, las publicaciones más importantes respecto a estos campos llegarían años más tarde.

La Primera Guerra Mundial y la tremenda inflación que se produjo tras su finalización hicieron un gran daño a las universidades alemanas. Müller trató por todos los medios de agrupar a sus estudiantes para poder seguir con sus investigaciones, e incluso permitió a Wolfgang Köhler ocupar su puesto mientras él se dedicaba a dar conferencias durante 1921. Tan sólo un año después, Müller tuvo que acatar la jubilación legal obligatoria. Tras su retiro del ámbito docente, decidió continuar con los estudios sobre la teoría del color. Resultado de este empeño fue la aparición, en el año 1930, del mayor libro jamás escrito sobre dicha teoría. Hasta poco antes de su muerte, en la Navidad de 1934, continuó publicando pequeños estudios sobre este tema junto a su asistente, Kathe Müller.

El legado de Georg Elias Müller a la psicología alemana fue ciertamente importante, ya que sus estudiantes formaron un estrato significativo en las siguientes generaciones de psicólogos alemanes. Müller también consiguió que numerosos estudiantes norteamericanos, como Christine Ladd-Franklin, Lillie Martin o Margaret Keiver Smith, se interesaran vivamente por sus investigaciones. Además logró que su trabajo fuera muy apreciado durante la década de los cincuenta, en la que psicólogos experimentales tan renombrados como Stevens, Osgood, Woodworth y Scholsberg lo citaron continuamente en sus estudios.

El trabajo de Müller ha quedado reflejado en una inmensidad de obras publicadas a lo largo de su carrera. Además del ya mencionado Para una fundamentación de la psicofísica de 1858, su segundo libro editado fue una extensa crítica a la segunda publicación de Fechner, mientras el tercer estudio, conocido como Archivo Plügers (1879), fue una justificación sobre la discriminación del peso. Tras realizar un trabajo sin mucha importancia junto a Schumann, la siguiente publicación sobre psicofísica versó sobre las sensaciones visuales. El siguiente paso de Müller fue publicar junto a Lillie Martin, en el año 1900, un estudio empírico que se vería seguido por el llamado Sumario Müller (1903).

Respecto a sus estudios sobre la memoria destacó, por encima del resto, una publicación del año 1893 en la que trató de exponer el origen del uso de la memoria y estableció los métodos normales para la anticipación serial. Además, en esta misma publicación presentó de una manera clara la teoría de la batería de memoria. En el año 1897 apareció su primera obra sobre la función visual, Psychologie der Gesichtsempfindung ('La psicología de las sensaciones visuales'). De la misma manera, fue el pionero en el estudio de la inhibición retroactiva, y se convirtió en el primero en usar sílabas para estudiar la inhibición proactiva. Para desarrollar sus ideas acerca de la cognición escribió tres extensos volúmenes sobre el pensamiento psicológico; estos tomos aparecieron como separatas en la publicación Zeitschrift für Psychologie (1911-1917).

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].