San Próspero de Aquitania

(cerca de Burdeos, c. 390-?, entre 455-463) Inició la controversia con los semipelagianos marselleses y se carteó con san Agustín (429), quien le envió alguno de sus tratados. A la muerte de san Agustín, marchó a Roma para solicitar el apoyo de Celestino I (431). Escribió De gratia Dei y Crónica, una historia universal que abarcaba desde la creación del mundo hasta el año 455.