Karl Marx

 
El capital. A mediados de abril de 1876, en Hamburgo, Marx entró en el despacho del conocido editor Otto Meissner. Llevaba bajo el brazo un grueso manuscrito que apretaba fuertemente contra su raída levita, como si se tratara de un ariete y fuese a derribar con él unas enormes puertas invisibles. No se trata de un libro más; se titula El capital. Marx emprendió un monólogo entusiasta a través del cual desgranó ante el asombrado editor los conceptos fundamentales de su obra. Por fin, tras más de media hora de disertación, Marx comentó con sombrío humor: "Dudo que nadie haya escrito nunca tanto sobre el dinero teniendo tan poco". Era la obra en la que Marx había puesto todo su empeño durante dieciocho años de trabajo intelectual y de privaciones humillantes. Se cuenta como ejemplo que, en febrero de 1852, Marx se vio obligado a permanecer encerrado en su casa toda una semana al haber tenido que empeñar su único traje. Los conceptos fundamentales de El capital, originalísimos para la época y bastante abstractos, no despertaron al principio la atención que Marx esperaba. Sería preciso aguardar muchos años para que esta obra cumbre de la economía política, piedra angular del pensamiento marxista, fuera reconocida en su verdadera magnitud. En la imagen, portada de la primera edición.