Victoria I de Inglaterra

 
La era victoriana. El largo reinado de la reina Victoria I de Inglaterra dio nombre a una época: la era victoriana, una de las de mayor prosperidad en la historia británica. Durante los sesenta y tres años que permaneció en el trono, Gran Bretaña adoptó el librecambismo y conoció un notable desarrollo industrial y económico. Se profundizó en la democracia parlamentaria mediante reformas electorales que ampliaron el derecho al voto, y se extendieron todavía más las fronteras del poderoso imperio colonial inglés. Tuvo lugar la colonización de Australia y Nueva Zelanda, se ocupó Birmania, concluyó la conquista de la India (de la que Victoria sería proclamada emperatriz), se creó un protectorado en Afganistán, se inició la penetración colonial británica en África y se sentaron las bases de la Commonwealth. El término "victoriano", acuñado durante su reinado y en muchos casos válido hasta la Primera Guerra Mundial, hizo siempre referencia a una época de grandeza sin igual en la historia británica, aunque más tarde y de un modo más crítico se aplicaría al conformismo, a la mojigatería e incluso a la hipocresía de una época básicamente puritana, como lo sería la misma reina Victoria, marcada por una estricta educación religiosa. En la imagen, la reina Victoria I de Inglaterra en 1882; en segundo término se aprecia un retrato de su difunto esposo el príncipe Alberto, que había fallecido en 1861.