Joseph Beuys

(Krefeld, Alemania, 1921 - Düsseldorf, id., 1986) Artista alemán. Más que por su producción como escultor, para la que se sirvió sobre todo de materiales como la cera, la grasa y el fieltro, alcanzó renombre internacional por su concepción teórica del arte y por su labor docente, que llevó a cabo en la Kunstakademie de Düsseldorf. Según Beuys, la personalidad del artista y sus acciones son más importantes que su resultado, la obra de arte concreta. También lograron un gran impacto sus performances, sobre todo la que llevó por título Cómo explicar cuadros a una liebre muerta: Beuys se paseó por una exposición con una liebre muerta en brazos a la que le explicaba pacientemente el sentido de los cuadros. Artista innovador y de una fuerte personalidad, se le considera uno de los creadores más influyentes en el arte de las décadas de 1970 y 1980.


Joseph Beuys

Joseph Beuys es una de las figuras fundamentales del siglo XX. Su herencia espiritual y artística es aún discutida y su personalidad y sus creaciones suscitan múltiples controversias, pero su «concepto ampliado de arte», según el cual cada hombre es un artista, y su defensa de la «plástica social», según la cual es arte todo aquello que modifica la conciencia de las personas, han contribuido a la renovación del arte de nuestra época.

Su obra está traspasada por sus propias experiencias vitales y por el deseo de propiciar el reencuentro con las fuerzas primigenias del cosmos. Beuys enlaza así con la tradición romántica alemana y, como Novalis, creyó en una conexión profunda, en una coherencia poética del hombre con la naturaleza. A la vez, como coetáneo de los movimientos radicales de los sesenta, plasmó la voluntad de unir política y arte, alentado por la necesidad de transformar el mundo.

Como individuo temporal e histórico, Joseph Beuys introdujo en sus creaciones acontecimientos de su vida, reivindicando así el arte como un todo existencial. Un ejemplo de ello es el uso reiterado de fieltro y grasa, materiales que hacían referencia a su accidente de aviación en Crimea, en 1943, y a su curación por nómadas tártaros. Fue durante la Segunda Guerra Mundial cuando, después de un ataque a las líneas rusas, su avión fue abatido: los nómadas que lo recogieron le mantuvieron, durante los ocho días que permaneció inconsciente, cubierto de grasa y envuelto en fieltro para que recuperara su propio calor y volviera a la vida. Este «renacimiento» fue decisivo en su orientación hacia la creación artística; la cercanía de la muerte o la experiencia del dolor y de la curación estarían presentes en muchas de sus acciones.

De 1961 a 1972, Beuys fue profesor en la Escuela de Bellas Artes de Dusseldorf. Lejos de la ortodoxia de la enseñanza tradicional, quería introducir «nuevos impulsos» que cuestionaran y transformaran las estructuras sociales. Pero esta voluntad de apertura, que se concretaba entre otras cosas en permitir la entrada libre a sus clases, le hizo enfrentarse repetidamente con las jerarquías académicas y en 1972 fue expulsado de la Escuela.

La actitud crítica de Beuys se manifestó tanto en su actividad docente como en sus acciones. En 1965 expuso en la galería Schmela de Dusseldorf, y para inaugurar la muestra realizó una de sus más fascinantes acciones, la titulada Cómo explicar los cuadros a una liebre muerta. Con la cabeza cubierta de oro y miel, Beuys paseó la liebre (que mecía entre sus brazos) por delante de los cuadros, se sentó en una silla y empezó a conversar con el animal. Una de las patas de la silla estaba envuelta en fieltro, a la vez que una placa de metal se sujetaba con cuerdas a la suela del zapato derecho de Beuys.

Los diferentes elementos empleados, así como el desarrollo de la representación plástica, configuraban la acción como un ritual profundamente enigmático. La miel en la cabeza alude a la facultad del hombre de pensar, de crear ideas. El oro conecta con la idea del conocimiento más elevado y esencial. La liebre se relaciona con la procreación y el nacimiento y, al darse la paradoja de que está realmente muerta, sugiere la idea del sacrificio y de la autoinmolación, al tiempo que hace referencia a la capacidad de regenerar el propio yo, con el que Beuys identifica a la liebre, que aparece como una parte exteriorizada de sí mismo.

En 1971, Beuys fundó la Organización para la Democracia Directa mediante Plebiscito y, en 1972, con ocasión de la V Documenta de Kassel, mantuvo abierto durante cien días un local en el que difundía los objetivos y la filosofía social, política y artística de la organización. Beuys defendió la idea de un arte antropológico, abierto a todas las esferas del conocimiento, un arte que fuera fuente de intercambio moral y político, y fundamento esencial para la transformación de la sociedad. Esta renovación es lo que él llamaba escultura social: "La escultura sólo tiene valor cuando trabaja para el desarrollo de la conciencia de los hombres. Se me ha de permitir decir que el desarrollo de la conciencia humana ya es, en sí, un proyecto escultórico".

Su concepto ampliado del arte incluye el pensar y el hablar considerados no como obras, sino como acciones o como energías, y así deben entenderse sus charlas y conferencias, en las que su palabra se transmitía como escultura. En este contexto, los objetos y los dibujos que se producen son, más que obras plásticas autónomas, los «residuos», los referentes de una acción que aluden a significaciones y a contenidos que van más allá de lo puramente visual. Las contradicciones y las polémicas en torno a las exposiciones de Joseph Beuys se producían muchas veces porque el público miraba los objetos como productos artísticos, como cosa en sí, y no como referente objetual o residuo de un acontecimiento efímero.

En su larga trayectoria como activista y creador de una nueva plástica social, destacan la instalación Terremoto en palacio (1981) y las acciones 700 robles (realizada para la Documenta de Kassel de 1982) y Coyote (1974), en las que planteó la ineludible necesidad que tiene el ser humano de volver a entrar en relación con la naturaleza. En Coyote: Me gusta América y a América le gusto yo, Beuys pasó siete días y siete noches en la galería René Block de Nueva York, donde una de las salas se había habilitado como jaula en la que el artista, provisto sólo de un cayado, unos guantes de piel y una manta de fieltro, convivió con el coyote Little John, que simbolizaba la civilización india perdida.

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].