Philippe de Commynes

(Philippe de Commines, Comines o Commynes, señor de Argenton; Renescure, cerca de Hazebrouck, 1447 - Argenton, 1511) Cronista francés. Sirvió a Carlos el Temerario, duque de Borgoña, aunque más tarde pasó a servir al enemigo de éste, Luis XI de Francia (1472). Escribió unas Memorias en las que recoge los reinados de Luis XI y Carlos VIII (1464-1498).


Philippe de Commynes

Hijo de una rica familia burguesa, Philippe de Commynes poseyó una amplia cultura y una inteligencia serena y profunda. Fue consejero del duque de Borgoña, Carlos el Temerario, desde 1464, y, pese a su juventud, le fueron confiadas delicadas misiones diplomáticas. Sin embargo, en torno a 1471 resolvió ponerse al servicio del rey Luis XI de Francia, a quien había conocido como adversario y cuyas cualidades supo apreciar. A los treinta años era ya su mejor consejero; el monarca le confirió el título de príncipe, colmándole de riquezas y honores, y le encargó arduas embajadas en Inglaterra e Italia. En este último país, y sobre todo en las cortes de Milán y Florencia, afinaría su cultura y sensibilidad.

No obstante, tras el fallecimiento en 1483 de Luis XI, pronto se vio obligado a devolver los favores recibidos en perjuicio de otros nobles, a quienes entonces protegía Carlos VIII, hijo y sucesor de Luis XI. Envuelto en una conjura contra el nuevo soberano, pasó ocho meses precisamente en la prisión que en el anterior reinado había preparado para los delincuentes políticos. Fue éste un tiempo de meditación sobre la inconstancia de la suerte; y entonces, hombre reflexivo y no fatuo, Philippe de Commynes pudo vislumbrar a Dios como "presencia" determinante, fuerza ignota de toda fortuna y fatalidad injustificable y misteriosa de cualquier desventura; ante su propio destino, fue descubriendo los motivos de la debilidad humana.

Recuperada la libertad, volvió al plano político y durante cierto tiempo reanudó su actividad diplomática. En esta última etapa escribió sus Memorias, que pueden interpretarse como una minuciosa crónica de los reinados de Luis XI y Carlos VIII, pero también como un tratado sobre el arte de gobernar. Constan de dos partes y ocho libros: la Crónica de Luis XI (libros I al VI), escrita entre 1489 y 1491, y la Crónica de Carlos VIII (libros VII y VIII), escrita entre 1495 y 1498. En la obra, redactada en prosa y en lengua romance, destaca la supremacía de la diplomacia y la ciencia política sobre las acciones militares.

Por su carácter, la Memorias encajan en los rasgos de la historiografía medieval, especialmente por asumir la intervención de la providencia divina en los sucesos históricos, pero su estilo sutil y realista anuncia las ideas del Renacimiento; por otra parte, el análisis de las causas de los hechos lleva en ocasiones a profundas reflexiones filosóficas y morales que permiten percibir en sus páginas, llenas de un asombro metafísico, cierta dolorosa desolación y una amarga conciencia de lo divino, temerosa e inquieta. Hacia 1500 Philippe de Commynes abandonó definitivamente la escena política y, acosado por los viejos nobles a quienes arruinara, pasó los últimos años de su vida luchando vanamente contra ellos, aunque sin doblegarse ni resignarse a los inexplicables caprichos de su veleidosa fortuna.

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].