Juan Egaña

(Juan Egaña Risco; Lima, 1769 - Santiago, 1836) Político, jurista y escritor chileno. La actividad política que Juan Egaña desplegó en Chile a lo largo de toda su vida no le impidió ser también un prolífico poeta y autor teatral. El fomento de la enseñanza y el proyecto de una confederación de países americanos fueron las ideas que animaron su actuación pública.


Juan Egaña

Hijo del chileno Gabriel José de Egaña Marín y la peruana Josefa Risco, Juan Egaña cursó estudios en su Lima, donde se graduó como bachiller en Cánones y Leyes por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (1791), y ese mismo año se trasladó a Chile, donde ampliaría su formación con el título de abogado por la Universidad de San Felipe. Consiguió el grado de doctor en 1802, y más adelante impartiría la docencia en el mismo centro universitario como profesor de retórica y de latín, cátedra que él mismo promovió. También en Santiago se casó con Victoria Fabres González de la Rivera, chilena. El matrimonio tuvo varios hijos, entre los cuales destacó el también abogado y político Mariano Egaña Fabres.

Egaña se implicó en el proceso de la emancipación de Chile desde sus inicios. Junto con Camilo Henríquez, colaboraba activamente en el periódico La Aurora de Chile, medio de prensa que difundía las ideas liberales y soberanistas, y, tras el primer triunfo de la revuelta (1810), fue elegido diputado por la circunscripción de Melipilla en el primer Congreso Nacional (1811). La primera Junta de Gobierno le encargó la redacción del primer proyecto o reglamento constitucional (un proyecto de declaración sobre los derechos del pueblo de Chile), que sin embargo no fue promulgado. No ocurrió lo mismo con el Reglamento Constitucional Provisorio, que sí fue aprobado por el Congreso el 26 de octubre de 1812. A continuación fue elegido senador y presidente del Senado (1813), desde el cual impulsó ese mismo año, junto con Camilo Henríquez y Manuel de Salas, la fundación del Instituto Nacional. Formó asimismo parte de la Junta de Gobierno y promovió la creación de la Biblioteca Nacional.

Como consecuencia de la derrota de los patriotas en la Batalla de Rancagua, las fuerzas realistas fieles a la metrópoli española tomaron de nuevo el poder, y Egaña fue desterrado (por decisión del capitán general Casimiro Marcó del Pont) al archipiélago de Juan Fernández, donde permaneció tres años, hasta 1817, junto con su hijo Mariano. Fue allí donde redactó su célebre Filosofía religiosa (el título completo original es El chileno consolado en los presidios o filosofía de la religión: Memorias de mis trabajos y reflexiones escritas en el acto de padecer y de pensar), una suerte de combinación entre sus experiencias de destierro y sus ideas sobre la independencia de las colonias americanas de España. La obra no sería publicada hasta 1826 en Londres.

Después de la Batalla de Chacabuco (1817), que devolvió la independencia a Chile, Juan Egaña regresó al país. Fue nombrado poco después secretario accidental de Gobierno y Guerra en el Directorio Supremo formado por Luis de la Cruz y Manuel Javier Rodríguez Erdoíza (marzo de 1818). Publicó en años sucesivos diversas piezas literarias de ficción, en forma de entregas periodísticas o folletines, como sus famosas Cartas Pehuenches (el título completo es el de Correspondencia de dos indios naturales del Pire-Mapu, ó sea la Quarta Thetrarquía en los Andes, el uno residente en Santiago, y el otro en las Cordilleras Pehuenches), que constituyen, al decir de numerosos estudiosos, el primer acto de ficción narrativa en la historia del Chile independiente. No es difícil encontrar en ellas el rastro de otras piezas literarias similares anteriores, como las Cartas persas (1721) del barón de Montesquieu o las Cartas marruecas del español José Cadalso.

Después de la abdicación de Bernardo O'Higgins (1823), el héroe de la independencia chilena, Egaña retomó su pulso como jurista y político. Recibió un nuevo encargo, esta vez el de formar parte del grupo de redactores que debían confeccionar una nueva Constitución para el país. De todo aquel trabajo surgió la Constitución Política del Estado de Chile, promulgada el 29 de diciembre de 1823, aunque su tono sumamente conservador la acabaría haciendo inviable, y fue sustituida por un nuevo texto constitucional en 1826. A continuación, el año siguiente volvió a ser elegido senador (1824) y presidente del Senado (1827), y en 1825 resultó elegido diputado por la circunscripción de Santiago; presidió la Asamblea Provincial. En 1826 fue diputado de nuevo por Melipilla.

A su labor política añadió la actividad docente en el Instituto Nacional, donde ejerció como profesor de literatura, y el trabajo periodístico, ya que fue director de dos diarios. Escritor identificado con el neoclasicismo, entre sus obras teatrales destacan El amor vence al desdén y Poliforonte o el valor ostensible. Al igual que muchas de sus piezas de teatro, la mayor parte de su producción poética se perdió, aunque se conserva el poema satírico La Fernandina. En 1829 publicó en Londres Ocios filosóficos y poéticos en la Quinta de las Delicias —obra que reúne unos diálogos (Conversaciones filosóficas), poemas (Poesías fugitivas) y un melodrama (el citado El amor vence al desdén)—. Juan Egaña falleció en 1836 en Santiago, donde se publicó una antología póstuma de sus escritos. Junto con Camilo Henríquez y Manuel de Salas formó el denominado “trío de las luces” (es decir, de los ilustrados e intelectuales) de la época de la independencia.

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].