Fernando I de Habsburgo

(Alcalá de Henares, España, 1503 - Viena, 1564) Emperador de Alemania (1556-1564). Hermano menor de Carlos I de España, se educó en Castilla y fue visto con cierta simpatía por la nobleza castellana. Tras la elección de Carlos como emperador, Fernando se convirtió en uno de sus más fiables colaboradores, y le fueron concedidos amplios territorios, como Austria, Estiria, el Tirol y Alsacia, así como el título de Rey de Romanos. Tras la batalla de Mohács, en 1526, en la que murió el último rey Jagellón, Fernando logró hacerse con la Corona húngara, aumentando así sus dominios en el centro de Europa, lo cual lo dejó en la primera línea frente a la presión turca, que llegó a amenazar Viena en 1529. En el conflicto con los protestantes, Fernando se mostró más flexible que su hermano. Cuando éste abdicó, en año 1556, la Corona imperial pasó a Fernando y quedó asociada en lo sucesivo a su línea familiar.


Fernando I de Habsburgo

Segundo hijo de Felipe el Hermoso y de Juana la Loca, Fernando permaneció en España cuando en 1504 su madre partió a Flandes en busca de su esposo. Tras la muerte ese mismo año de la reina Isabel la Católica, su abuela materna, el noble Pedro Núñez de Guzmán, clavero de Calatrava, se ocupó de su custodia como ayo y gobernador de la casa del infante. En 1506, el mismo día en que falleció su padre, los caballeros Diego de Guevara y Felipe Daula intentaron secuestrarle en su residencia de Simancas (Valladolid), acción que fue evitada por Núñez de Guzmán y por el hermano de éste, el obispo de Catania, quienes dieron parte a los oidores de la Cancillería de Valladolid; éstos ordenaron el traslado del pequeño Fernando a esta ciudad, donde permaneció hasta que Juana la Loca solicitó que lo llevasen junto a ella en la aldea de Hornillos (Valladolid).

A mediados de 1508, con cinco años de edad, acompañó en un viaje por Andalucía a su abuelo Fernando el Católico, quien mostró por él gran predilección, hecho avalado por el testamento otorgado en 1512 en Burgos, en el que le encomendaba el gobierno de los reinos y los maestrazgos hasta la llegada del nuevo rey (el futuro Carlos I). Este documento, que había sido ratificado en un nuevo testamento dado en Aranda de Duero (Burgos) en 1515, quedó invalidado por otro definitivo elaborado en Madrigalejo (Cáceres) en 1516, en el que la regencia quedó asignada al cardenal Cisneros y a Alonso de Aragón; Fernando, en compensación, recibió una renta anual del reino de Nápoles, aunque conservó cierta popularidad que despertó el recelo de su hermano, Carlos I de España y V de Alemania.

Por su parte, su abuelo paterno, el emperador Maximiliano I de Habsburgo, preparó el matrimonio de Fernando con Ana Jagellón (1521), hermana de Luis II de Hungría, enlace que le garantizaba la doble sucesión de Bohemia y Hungría. Los consejeros de Carlos I, temerosos de la importancia creciente de la facción fernandina, decidieron alejarle de la Corte, medida que fue ejecutada por el entonces regente, el cardenal Cisneros, quien en el mismo año en que se produjo el encuentro de los dos hermanos en las cercanías de Valladolid (1518), le envió a Flandes.

Tras la muerte en 1519 de Maximiliano I de Habsburgo, Carlos I cedió a Fernando territorios patrimoniales que comprendían la Alta y Baja Austria, Carintia, Estiria y Carniola (Dieta de Worms, 1521), y posteriormente el Tirol, la Alta Alsacia y el ducado de Württemberg (convenciones de Bruselas, 1522). En 1526, tras la muerte en la batalla de Mohács de su cuñado, el rey húngaro Luis II, Fernando I de Habsburgo fue elegido rey de Bohemia, donde se le aceptó sin dificultad, y de Hungría, donde hubo de vencer la oposición del pretendiente Juan I, de la nobleza nacionalista y de los aliados otomanos. En 1531 fue elegido en Colonia rey de romanos y recibió en Aquisgrán las insignias de tal título.

En los años siguientes Fernando I de Habsburgo intentó frenar la ofensiva turca que, remontando el río Danubio, amenazaba Viena, ciudad que pudo poner a salvo en 1532 con la ayuda de Carlos I, pero no pudo impedir que Solimán el Magnífico, aprovechando la confusa situación, se apoderara de Buda y de gran parte de Hungría; estos hechos le obligaron en 1545 a firmar una tregua a cambio del pago de un tributo anual y del reconocimiento de la dinastía de los Zápolya en Transilvania. En 1547 vinculó la Corona húngara a su familia.

Fernando I de Habsburgo recibió el título imperial en 1556, tras la abdicación de Carlos I, aunque la elección no se celebró hasta dos años después. Para la sucesión del imperio y para las coronas de Austria y Bohemia-Hungría designó a su hijo Maximiliano, el futuro Maximiliano II de Habsburgo (1564-1576).

La política interior de Fernando I de Habsburgo estuvo marcada por la lucha contra los protestantes; en este sentido, Fernando secundó la actitud de su hermano, aunque la formación adquirida en Flandes, en contacto con el ambiente erasmista y humanista, le hizo adoptar una postura conciliadora y tolerante, opuesta a la intervención armada. Esta actitud quedó ejemplificada en la asamblea de Ratisbona (1524), donde se acordó una primera reforma católica que afectó a la disminución de fiestas de precepto y a la entrega a los príncipes laicos de una quinta parte de las rentas eclesiásticas.

Otras acciones llevadas a cabo por Fernando de Habsburgo en materia religiosa fueron la constitución en 1529 de la Unión Cristiana, formada por los cinco primitivos cantones católicos suizos y destinada a combatir el protestantismo; la firma de la paz de Kadan (1534) con la Liga de Esmalcalda, por la cual se impedía a la Reichkammergericht proceder contra sus propios miembros; la protección a la Compañía de Jesús; la represión de una revuelta organizada en Bohemia en 1547 que pretendía ciertas reformas eclesiásticas; la negociación del tratado de Passau (1552); los esfuerzos para conseguir que Roma autorizase la comunión bajo las dos especies (1554); diversas acciones encaminadas a atenuar el conflicto religioso mediante la paz de Augsburgo (1555), a la que se oponía su hermano Carlos I; y la defensa de la libertad de conciencia hecha en la reapertura del Concilio de Trento (1562). Llevó a cabo también la reforma del sistema monetario y la reorganización del consejo áulico.

Cómo citar este artículo:
Tomás Fernández y Elena Tamaro. «» [Internet]. Barcelona, España: Editorial Biografías y Vidas, 2004. Disponible en [página consultada el ].