Luis de Lacy

(Luis de Lacy y Gautier; San Roque, Cádiz, 1775 - Palma de Mallorca, 1817) Militar español. Licenciado del ejército a raíz de su enfrentamiento con el capitán general de Canarias (1803), se alistó en las tropas de Napoleón. En 1807 entró en España con el ejército de Joachim Murat, pero, al comenzar la guerra de la Independencia, se pasó al bando español. Fue capitán general de Cataluña (1811-1813) y de Galicia (1813). Apartado de los cargos públicos tras el regreso de Fernando VII, se unió a Milans del Bosch, con quien planeó un alzamiento constitucionalista. La conspiración fue descubierta y Lacy fue hecho prisionero. Condenado a muerte, su ejecución fue silenciada para evitar movimientos de protesta.


Luis de Lacy y Gautier

De ascendencia irlandesa por parte de padre y francesa por vía materna, Luis de Lacy ingresó muy joven en el ejército. Sentó plaza de cadete en el Regimiento de Bruselas en 1785, ascendió a subteniente de Infantería en 1786 y tomó parte en una expedición a Puerto Rico. Como capitán de Infantería luchó desde 1794 en Navarra y Guipúzcoa durante la Guerra de la Convención (1793-1795).

Entre 1798 y 1802 obtuvo un destino en las islas Canarias; un acto de insubordinación ante el capitán general del archipiélago le supuso un año de prisión militar en Cádiz y la expulsión del ejército. En 1803 se estableció en Francia; allí sirvió en las tropas de Napoleón entre 1803 y 1808, y contrajo matrimonio en 1806 con una ciudadana francesa.

En mayo de 1808 se hallaba, con el rango de comandante, al frente de un batallón irlandés de las tropas napoleónicas en Madrid; ante los sucesos del Dos de Mayo, con los que se inició la Guerra de la Independencia (1808-1814), Luis de Lacy desertó del ejército francés y pasó a engrosar el español. Ascendido a teniente coronel al mando del Batallón Ligero de Ledesma, combatió en Castilla la Nueva (fue herido en la batalla de Ocaña, 1809), en Andalucía y sobre todo en Cataluña, región de la que, ya como mariscal de campo (1810), fue nombrado capitán general en 1811.

En Cataluña se distinguió por romper el frente de Lérida y por las expediciones de castigo que realizó por el sur de Francia (deambuló por la Cerdaña francesa durante un mes y medio), así como por materializar la coordinación de acciones conjuntas entre el ejército regular y las partidas de guerrilleros. Intervino en acciones en Igualada (octubre de 1811) y fue nombrado general en jefe del ejército en Cataluña. Hacia el final de la guerra fue destinado a Galicia como su capitán general, para organizar el ejército de reserva que, con cincuenta mil hombres, debía combatir bajo el mando del duque de Wellington.

Cuando Fernando VII regresó a España en 1814, destituyó a Luis de Lacy debido a su conocida ideología liberal. Pasó entonces al cuartel de Valencia, estableciéndose en la localidad de Vinaroz (Castellón). En agosto de 1816 fue trasladado a Andalucía y en noviembre del mismo año a Cataluña.

En la noche del 5 al 6 de abril de 1817 intentó junto a Francisco Milans del Bosch un pronunciamiento antiabsolutista en Cataluña, donde al parecer contaban con la complicidad y el apoyo de amplios sectores de la burguesía y del ejército. El pronunciamiento fracasó, al parecer por la denuncia del coronel Juan María Muñoz. Milans del Bosch pudo pasar a Francia, pero Lacy fue detenido y hecho prisionero por el coronel Lasala, jefe del Regimiento de Tarragona, en una granja cercana a la frontera francesa.

Conducido a Barcelona, un tribunal militar presidido por el general Francisco Javier Castaños lo juzgó y lo condenó a muerte. Habiendo tenido noticias de la existencia de una trama clandestina para liberarlo y temiendo que la ejecución de Lacy pudiera acarrear problemas de orden público habida cuenta de su popularidad en Cataluña, Castaños propuso al rey que se hiciera correr el rumor de un próximo indulto mientras la sentencia se ejecutaba en otro lugar; trasladado al castillo de Bellver, en Palma de Mallorca, Luis de Lacy fue fusilado el 4 de julio de 1817.

Durante el Trienio Liberal (1820-1823), se le devolvieron a título póstumo todos sus honores, se celebraron en Barcelona grandes exequias y las Cortes rehabilitaron su memoria declarándolo Benemérito de la Patria en grado heroico; el Ayuntamiento de Madrid puso su nombre a una de sus calles. Luis de Lacy estaba en posesión de dos Cruces de distinción por operaciones de campaña, y de la Gran Cruz de la Real Orden Militar Nacional de San Fernando por las acciones de Igualada y sus inmediaciones en 1811.

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].