José Victorino Lastarria

(José Victorino Lastarria Santander; Rancagua, 1817- Santiago de Chile, 1888) Escritor chileno. Figura de honda significación en el movimiento literario de 1842, fue el iniciador de la narrativa en Chile y su primer novelista. El nombre de José Victorino Lastarria aparece ligado a revistas, certámenes, polémicas, publicaciones y a la Sociedad Literaria: fue el caudillo indiscutido de un grupo de escritores de ímpetus revolucionarios que quiso dar a las letras chilenas una orientación definitivamente nacional, grupo en el que figuraron tanto poetas e intelectuales (Salvador Sanfuentes, Guillermo Blest Gana, Francisco Bilbao) como narradores y dramaturgos (José Joaquín Vallejo, Alberto Blest Gana, Daniel Caldera). Hombre público, excelente orador, varias veces ministro, embajador, miembro de la Corte Suprema, crítico literario y pionero en Chile del cuento, la novela corta y el relato histórico, Lastarria destacó además como activo promotor de la vida cultural chilena y como uno de los paradigmas de la intelectualidad de la época.


José Victorino Lastarria

A los doce años ingresó en el Liceo de Chile, fundado por José Joaquín de Mora. En 1831 continuó su formación en el Instituto Nacional, y en 1834 siguió el curso de estudios superiores que dictaba Andrés Bello. En 1837 fue secretario de la Academia de Leyes, y al año siguiente publicó su primer libro, Lecciones de geografía moderna. En 1839 se recibió de abogado. Fue profesor del Instituto Nacional en la cátedra de legislación y derecho de gentes, y en sus clases expuso sus doctrinas liberales, acometió contra la reacción colonial y abogó por la reforma política. Su nombre está ligado al movimiento cultural de 1842, favorecido por intelectuales extranjeros llegados al país, especialmente Domingo Faustino Sarmiento, Vicente Fidel López, José Joaquín de Mora y Andrés Bello; Lastarria fomentó la literatura nacional al fundar la Sociedad Literaria de Santiago, de la cual explicitó los fines al inaugurarla el 3 de mayo de ese año.

En su faceta literaria, cabe destacar el hecho de que fue el primer autor de ficción en el país: su cuento El mendigo (1843), en efecto, fue el primero escrito en Chile. En esta narración fantástica entremezcló el sitio de Chillán y la batalla de Rancagua. En Rosa (1848) utilizó similar técnica, refiriéndose a la batalla de Chacabuco y a la declaración de la Independencia. Catalina de Erauso, la célebre Monja Alférez, fue protagonista de su novela corta El alférez Díaz de Guzmán (1848). Éstas y otras obras hasta 1852 marcan su época de juventud, en la que se aprecia la influencia de los clásicos españoles y el deseo de trascender la esencia de lo chileno.

La etapa de madurez del autor, en cambio, se basó en los ideales del romanticismo, con una marcada tendencia hacia el realismo y el naturalismo: Don Guillermo (novela, 1860), El diario de una loca (novela, 1875), Una hija (novela social, 1881), Antaño y hogaño: novelas y cuentos de la vida hispanoamericana (recopilación de narraciones cortas, 1885). En Don Guillermo, la ironía y la sátira amarga contra los "pelucones" o conservadores ocupa muchas páginas. Es una sarcástica crítica a la sociedad chilena de la época, agresiva y limitada culturalmente, lo que sirvió para que el autor exteriorizara, a través del texto, su escepticismo y desencanto frente a la realidad de su patria. Esta obra anticipa el realismo de la generación siguiente.

José Victorino Lastarria escribió asimismo diversas obras sobre política, filosofía y derecho constitucional, en las que desarrolló las doctrinas de los positivistas franceses de la época: Teoría del derecho penal, Elementos del derecho penal, Instituto del derecho civil, Historia constitucional de medio siglo, Bosquejo histórico de la constitución del gobierno de Chile y Lecciones de política positiva. En Juicio histórico sobre Diego Portales valoró la figura del político conservador chileno Diego Portales.

Su libro más recordado es, sin embargo, el de sus memorias, Recuerdos literarios (1878-1885), en los que abarca la situación literaria chilena desde la organización del Instituto Nacional hasta 1877. La primera parte de la obra se centra en el período que va de 1836 a 1849; la segunda parte, subtitulada El Círculo de Amigos de las Letras, abarca desde el año 1850 hasta 1869; la tercera va de 1869 a 1877.

Discípulo de José Joaquín de Mora y de Andrés Bello, José Victorino Lastarria fue el verdadero propulsor de la literatura nacional chilena: las bases de la renovación que propugnaba, expuestas principalmente en su famoso discurso con que inauguró la Sociedad Literaria (3 de mayo de 1842), no tenían un valor intrínseco trascendente, pero sirvieron sin duda para provocar un despertar literario nacional.

Lastarria aconsejaba que no se imitara todo lo español, pues ello significaba la continuidad de la colonia; ni tampoco lo francés, para no desviarse de lo verdaderamente chileno. La repercusión de su criterio se explica por la importancia de sus cargos y su incesante actividad. De hecho, lo más importante en su legado es el conjunto de sus actividades como propulsor literario y cultural, como organizador y alentador de sociedades y grupos, como protector de valores y animador de voluntades. Por todo ello ha sido llamado "el padre del desarrollo literario en Chile".

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].