Bruno Maderna

(Venecia, 1920 - Darmstadt, 1973) Director de orquesta y compositor italiano. Entre los componentes de la Escuela de Darmstadt, que marcó el desarrollo de la música en la segunda mitad del siglo XX, Bruno Maderna ocupa un lugar de privilegio. Su obra no es en absoluto fácil, pero tras su rigor formal esconde una sensibilidad y un hedonismo sonoro cercanos al romanticismo. Interesado por las nuevas técnicas, realizó una gran labor de investigación acerca de los medios electroacústicos, fundando con Luciano Berio el Estudio de Fonología Musical de Milán. Como director, prestó una especial atención a la difusión de las creaciones de vanguardia.


Bruno Maderna

Bruno Maderna cursó estudios musicales en los conservatorios de Milán, Venecia y Roma (1935-1940). Alumno entre otros de Gian Francesco Malipiero, en 1945 se adentró en el estudio de la Escuela de Viena de la mano de Herman Scherchen, y fue profesor de composición del conservatorio de Venecia (1947-1950). Inició entonces una intensa actividad como director de orquesta por todo el mundo, tanto de música antigua (nuevas ediciones y transcripciones de Claudio Monteverdi o de Jean-Philippe Rameau) como contemporánea (estrenos de Luigi Nono, de Luis de Pablo, de Gilbert Amy o de Sylvano Bussotti), que combinó con una incipiente tarea compositiva (Introducción y pasacalle, 1947).

Con su incorporación a la Internationale Ferienkurse für Neue Musik (Escuela Internacional de Verano para la Nueva Música) de Darmstadt, donde dirigió el conjunto internacional de cámara (1961-1967), y la fundación, junto a Luciano Berio, del Estudio de Fonología Musical de la RAI de Milán (1955), el autor compuso sus obras más vanguardistas y conocidas: Improvisaciones I y II (1951-1952) para orquesta; Dimensioni (1952); Concierto para flauta (1954); Cuarteto para cuerdas (1955); Serenata IV (1961), Honyrêves (1961) para flauta y piano, que constituye el mejor ejemplo de modernidad en su obra; Concerto (1962) para oboe y orquesta de cámara; la ópera radiofónica Perlimplín (1962), basada en una pieza teatral de Federico García Lorca; Quadrivium (1969) para cuatro percusionistas; Grande aulodia (1970) para flauta, oboe y orquesta; Julliard Serenade (1971); Ausstrahlung (1971), con voz femenina; Aura (1972); Giardino religioso (1972); y Tercer concierto para oboe (1973).

Su producción, influida por la escuela posweberniana, ejerció un papel fundamental en el desarrollo de la vanguardia musical italiana. Llevó también a cabo numerosas incursiones en el terreno de la música electrónica: Nocturno (1955) para cinta; Sintaxis (1956) para cuatro timbres electrónicos; Continuo (1957); Invención sobre una voz (1960); Dimensiones II (1960); La risa (1964); Hyperion (1964), obra lírica con escenografía basada en la obra de Hölderlin; Hyperion II (1965); Dialodia (1972); Aura Biogramma (1972); y Satyricon (1973).

El serialismo es el principal movimiento presente en el mundo musical de Bruno Maderna, aunque el autor intenta romper sus rígidos moldes estructurales, concediendo una inusual libertad al director de orquesta en la interpretación de la partitura, e incluso poder de decisión en la elección de la organización temporal de los fragmentos a interpretar. En todas sus composiciones, Maderna trabajó cuidadosamente el aspecto melódico, partiendo de la base del dodecafonismo, sin renunciar a la utilización de tensiones armónicas en la búsqueda de la mayor expresividad posible. Fundó, también junto a Luciano Berio, la revista Incontri Musicali, dedicada a la música electrónica y de vanguardia, y se dedicó a la enseñanza en numerosos centros de todo el mundo. En 1972 fue nombrado director permanente de la orquesta de la RAI. Murió a la edad de 53 años, víctima de una grave enfermedad.

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].