Mo Tzu o Mozi

(Siglo V-IV a.C.) Pensador chino. Defendió un ideal igualitario y pacífico en nombre del cual criticó la guerra, la riqueza y las ceremonias fastuosas que formaban parte de la tradición, y pasó su vida ayudando a los pobres, alimentando a los hambrientos y esforzándose en poner fin a las guerras. El ejemplo de su vida, el respeto con que siempre trató a los humildes y la acción que emprendió con ayuda de sus discípulos penetraron mucho más en la mentalidad popular de su tiempo que los ideales basados en la tradición defendidos por Confucio.


Mo Tzu o Mozi

Mo Tzu o Mozi fue el fundador del moísmo, la tercera de las corrientes de la filosofía china antigua, surgida apenas un siglo después del taoísmo y el confucianismo. Las doctrinas de Mozi, también llamado Mo Tse y Micius por latinización de su nombre, se hallan contenidas en el Libro del Maestro Mo, obra dividida en 53 capítulos (originariamente 72) que parece ser una recopilación de los escritos no del fundador de la escuela, sino de sus discípulos y seguidores. A diferencia de lo habitual en los libros de filosofía china antigua, que suelen tomar la forma de diálogos poco ordenados o de mera enumeración, se trata de una obra sistemática y bien organizada.

El amor universal es el núcleo de la filosofía moísta, que se diferencia claramente de la doctrina egoística de Yang Chu y de la norma del confucianismo, que impone amar ante todo a los padres y luego a los demás. Es un amor que, basándose en una fe religiosa, abraza igualmente a todos y es parecido al amor cristiano, salvo que Mozi tiende a justificarlo con elementos utilitarios, en el sentido de que quienes se aman y ayudan unos a otros cumplen la voluntad del cielo y son por ellos premiados con la nobleza y la riqueza; como confirmación de este hecho se citan ejemplos de sabios y malos emperadores.

«Las normas para practicar la voluntad del cielo son: amar el reino de los demás como el nuestro; amar la familia de los demás como la propia familia; amar el cuerpo de los demás como el propio cuerpo; así el mundo se hallará en orden y en justicia». De ahí que la guerra sea el acto más destructivo, el más contrario al amor universal, y también el más absurdo a ojos de la razón: quien roba fruta es considerado ladrón y es castigado por el gobierno, y, en cambio, quien saquea las ciudades y hace matanzas en ellas es tenido por héroe y es alabado por todos. Económicamente, la guerra trae grandes desastres: hambre, enfermedad y muerte; por lo tanto, el gobernante que pretendiese construir su propio país sobre la guerra sería el hombre más estúpido del mundo.

La templanza es el núcleo de su teoría económica. Los vestidos sirven para proteger del calor y del frío; las casas para proteger del rocío y de la lluvia; y los manjares para proteger del hambre; el que desea algo más obra contra la templanza y el bienestar común. Por esto Mozi se opone a la sepultura lujosa, que es generalmente una exageración de la piedad filial, y a la excesiva afición a la música (lo cual no significa destruirla). El amor universal del moísmo es un completo altruismo y una apelación nobilísima a la civilidad humana, y no una ignorancia de las relaciones humanas (entre padre e hijo o entre marido y mujer), como quiso sostener el confucianista Mencio, quien, por otra parte, reconoció la universal estimación y difusión de que gozaron las doctrinas moístas.

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].