Imre Nagy
Político comunista húngaro que protagonizó el intento de restablecer la democracia y liberar al país de la tutela soviética en 1956 (Kaposvar, 1896 - Budapest, 1958). Era hijo de una familia campesina pobre. Durante la Primera Guerra Mundial (1914-18) luchó en el ejército austro-húngaro y fue hecho prisionero por los rusos; en Rusia conoció el régimen de la Revolución bolchevique triunfante (1917) y se hizo comunista.
Imre Nagy
Acabada la guerra, volvió a Hungría (ya independiente), ocupó un lugar modesto en la revolución de Béla Kun (1919) y se dedicó a extender la organización comunista clandestina; pero la represión gubernamental le llevó a exiliarse de nuevo en la Unión Soviética (1929).
Ya no regresó a Hungría hasta que, al final de la Segunda Guerra Mundial (1939-45), el ejército soviético ocupó el país en su avance frente a la Alemania nazi. Accedió al gobierno de coalición implantado en Hungría, ocupando los ministerios de Agricultura (1944) e Interior (1945), pero fue destituido en 1946 por su oposición a la colectivización forzosa y su tolerancia hacia los disidentes. Tras el establecimiento de un régimen comunista sostenido por la Unión Soviética (1949), representó a la línea reformista en el seno del Partido Socialista Obrero Húngaro (comunista). El fracaso de la política económica inspirada por Stalin le devolvió al gobierno en 1951; y la muerte de Stalin le permitió dirigir la apertura del régimen húngaro como jefe de gobierno en 1953-55.
Imre Nagy emprendió la liberalización de la autocracia comunista y la reorientación de la economía socialista hacia un mayor protagonismo del mercado, la pequeña propiedad y los bienes de consumo. La «vieja guardia» estalinista le derrocó en 1955 a pesar de su popularidad; pero hubo de ser llamado de nuevo al poder para calmar a las masas durante la insurrección anticomunista de 1956.
Nagy optó por una línea marcadamente antisoviética, al restablecer la democracia y el pluralismo político y proclamar la neutralidad e independencia de Hungría (abandonando el Pacto de Varsovia y sacándola así de la órbita soviética). El ala intransigente del partido denunció el carácter contrarrevolucionario del gobierno e hizo llamamientos para una intervención militar soviética que no tardó en producirse.
Tras el aplastamiento del movimiento por el ejército soviético, Nagy (que se había refugiado en la embajada yugoslava) se entregó confiando en las garantías que se le dieron. Sin embargo, fue condenado a muerte y ejecutado dos años después. Sus ideas sobre un socialismo «de rostro humano» inspiraron los posteriores ensayos de comunismo democrático de Dubcek en Checoslovaquia (1968) y de Gorbachov en la Unión Soviética (1985-91), igualmente fracasados.
Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «».
En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en
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