Francisco Zarzoso

(Cella, Teruel, finales del siglo XV - 1556) Científico español. Probablemente los años de formación de Zarzoso haya que situarlos también en París, entre el grupo de españoles y portugueses que a finales del siglo XV y primeras décadas del siglo XVI integraron el núcleo más importante de filósofos y matemáticos de la Universidad parisina. Desde 1530 hasta su muerte, Zarzoso vivió ininterrumpidamente en Cella, donde montó un observatorio astronómico en el que prosiguió sus investigaciones.

La única obra conocida de Zarzoso, In aequatorem, está dedicada a Juan de Lanuza, virrey de Aragón, y consta de dos partes. La primera corresponde a las instrucciones para construir el ecuatorio. A partir del esquema ptolemaico de la descomposición de los movimientos de los astros en excéntricos y epiciclos, el objetivo de este tipo de instrumentos era simplificar al máximo y hasta eliminar los cálculos relativos a las posiciones de los planetas en la esfera celeste. Zarzoso especifica las partes de que se compone el instrumento, cómo hay que proceder para la señalización de los diversos elementos y las medidas lineales y angulares así como las dimensiones de todo el ecuatorio y de sus diversos elementos.

Dado que el estudio de los movimientos de un planeta en el sistema geocéntrico es afectado fundamentalmente por dos elementos excéntricos (deferente y ecuante) unidos a un tercero con movimiento independiente (epiciclo), el éxito del ecuatorio reside en su simplicidad. Todos sus elementos están conjugados en un plano circular de modo que la excentricidad queda disimulada, lo que se ha conseguido gracias a la particular configuración del ecuante.

Otro aspecto destacable es la eliminación, en la práctica, de la graduación del Zodíaco, evitando así el riesgo de la intervención del movimiento de acceso y receso de la novena esfera a través del procedimiento de partir de un punto fijo en una fecha concreta: los auges para 1530. Sin embargo, la simplicidad del ecuatorio de Zarzoso ofrece la desventaja de que su utilización no puede tener lugar sin el concurso de tablas astronómicas que proporcionen el movimiento medio y el argumento medio. En este sentido no pertenece a la categoría de los más perfeccionados.

La segunda parte de la obra trata de la utilización del ecuatorio. Incluye las tablas necesarias para tal fin, así como para la resolución de otros problemas como la determinación de la latitud de los planetas, que el ecuatorio no resuelve. Las tablas astronómicas de Zarzoso no están establecidas a partir de las Tablas alfonsinas sin reproducirlas tal cual, sino que están extrapoladas de éstas. Entre los autores citados por Zarzoso figuran Claudio Ptolomeo, Regiomontano y Abraham Zacut. Su aportación, en suma, reside en el perfeccionamiento y descripción del instrumento, teoría de su utilización y difusión del mismo.

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].