Marco Polo

 
En la corte de Kublai Khan. En Xanadú fueron recibidos por el monarca, que se alegró de su llegada, aun cuando no fueran acompañados de los cien eruditos que había pedido para sus discusiones filosóficas. Instalados en la corte, los Polo permanecieron al servicio del Gran Khan durante diecisiete años, cumpliendo con diversas comisiones políticas y administrativas, además de sus trabajos comerciales. Kublai Khan había conquistado el sur de China en el 1273, unificando todo el país después de tres siglos. En esta época de expansión, de nuevas conquistas y reformas administrativas, se desarrolla la vida del más joven de los Polo en Asia.

Si el viaje de los Polo a la China de Kublai Khan puede ser considerado un hito en la historia, los viajes que realizó Marco Polo tanto por tierras chinas como por los países vecinos constituyen una de las aventuras más espectaculares de su época. En cierto modo, Marco Polo fue mucho más que un viajero, ya que se integró en la sociedad que le había acogido, animado sin duda por sus buenas relaciones con Kublai Khan. No hay duda de que Marco Polo se ganó la confianza de Kublai Khan: el emperador le encargó innumerables misiones, que permitieron al joven veneciano recorrer el imperio y conocer muchas ciudades y regiones. Entre sus viajes más importantes hay que destacar el que le llevó a las costas de Vietnam, Laos y la India, así como muchos otros por el interior de China.

A lo largo de estos viajes Marco Polo logró recabar gran cantidad de información, que luego transmitiría a sus compatriotas en el Libro de las maravillas. La mayor parte de estos datos han sido confirmados por otras fuentes, aunque se ha de reconocer que otros son falsos o inexactos. También se ha criticado a Marco Polo su tendencia a presentar como ciertas algunas leyendas de los lugares que visitaba, como, por ejemplo, su afirmación de que el misterioso reino del preste Juan, un gobernante cristiano, se encontraba cerca de China, lo cual contribuyó a difundir los rumores sobre ese fabuloso país inexistente. El hecho de que no aportara datos más sólidos en sus descripciones geográficas y políticas puede deberse a su gusto por contar aquello que creía que maravillaría al público, prescindiendo de las cuestiones menos atractivas. En la imagen, ilustración de una batalla de Kublai Khan en el Libro de las maravillas.