Napoleón Bonaparte

 
Josefina. Personaje aparentemente frío y calculador, que venció a enemigos y eliminó a oponentes, Napoleón declaró en alguna ocasión haber estado locamente enamorado en su juventud de la que sería su esposa, Josefina de Beauharnais, de quien no dudaría años después en divorciarse para contraer nuevo matrimonio con María Luisa de Austria (hija de Francisco de Habsburgo-Lorena, uno de los linajes más antiguos de Europa), con quien deseaba tener un heredero para prolongar la recién estrenada nobleza de su estirpe. El año 1810, el de su enlace con María Luisa, marcó el cenit napoleónico; no obstante, no tardaría en llegar su caída. En el aspecto familiar, María Luisa le dio el heredero tan deseado, Napoleón II, proclamado sucesor por su padre tras las forzadas abdicaciones de 1814 y 1815, pero que no llegó a reinar. En la imagen, Josefina en un cuadro de François Gérard.