Rafael Nadal

 
Roland Garros 2005. Su fama creció hasta el delirio en 2005, con su victoria en el principal torneo sobre tierra batida, el Roland Garros, en París, dos días después de cumplir diecinueve años. Para ganar el Roland Garros de 2005 tuvo que superar en la semifinal nada menos que a Roger Federer, un jugador excepcional que ya había ganado todo; y a Mariano Puerta, un magnífico jugador que sometió a Nadal a una dura prueba en la final, pero el genio de Rafa (teniendo en cuenta que tampoco contaba con el "factor sorpresa", puesto que ya venía de ganar la Davis) pudo al final con todo y se alzó con una victoria que demostró una competitividad y una frialdad impropia de alguien tan joven y auguró un espléndido futuro en su carrera profesional. El triunfo en Roland Garros convirtió a este joven tenista en un fenómeno mediático. Sus rivales en el circuito internacional no dudaban en alabar su talento y en calificarlo de “grandísimo jugador”. En la imagen, Rafael Nadal besa el preciado trofeo.