Francisco de Borja y Aragón

(Francisco de Borja y Aragón, segundo conde de Mayalde; en el mar Tirreno, 1581 - Madrid, 1658). Noble, poeta y administrador colonial español que fue virrey del Perú (1615-1621). Descendiente de los reyes de la Corona de Aragón y de San Francisco de Borja, Francisco de Borja y Aragón fue conocido como el príncipe de Esquilache por haber contraído matrimonio en 1602 con su pariente Ana de Borja y Pignatelli, princesa de Esquilache y condesa de Simari. Fue caballero de las órdenes de Montesa (1588) y Santiago, y gentilhombre de cámara del rey Felipe III de España.


Francisco de Borja y Aragón, príncipe de Esquilache

Con solamente treinta y tres años recibió el nombramiento de virrey; su corte fue una de las que dieron fama de brillantez y esplendor al virreinato. Francisco de Borja y Aragón reforzó los sistemas defensivos de la costa y promovió un mayor adiestramiento del ejército para combatir los ataques piratas, tomó medidas contra los abusos cometidos por los colonizadores con la población indígena y combatió, sin resultado, las luchas iniciadas en Potosí antes de su llegada entre vizcaínos y vicuñas. Reorganizó la recaudación de impuestos por medio de la puesta en vigor del Consulado de Lima, creado en 1593, por lo que aumentaron las partidas de tributos enviadas a la metrópoli.

Contribuyó además a elevar el nivel cultural del virreinato con la organización de tertulias literarias y científicas y con la fundación de academias, teatros y colegios: el Colegio del Príncipe, para la nobleza incaica, y el de San Francisco de Borja, para los hidalgos españoles. En 1619, tras el descubrimiento de una mina de plata en la provincia de Chucuito, impulsó la fundación del pueblo de San Antonio de Esquilache; parte del mineral extraído se destinó a la construcción de las catedrales de Trujillo y Arequipa y a la continuación de la fábrica del convento de San Francisco.

Francisco de Borja y Aragón desarrolló mayormente su actividad literaria tras su regreso a España. Opuesto al culteranismo por su amistad con Lupercio Leonardo de Argensola y su hermano Bartolomé, fue autor de varias obras literarias en prosa y verso. El primero de los libros que dio a la imprenta fue La pasión de Nuestro Señor Jesucristo (1638), escrito en tercetos. Le siguió Obras en verso (1648), recopilación que incluye algunas de sus composiciones más memorables; merecen señalarse un soneto a Itálica, algunas glosas de las trillas populares, un romance al valle del Pisuerga y un soneto a la crecida del río Tajo.

Tres años después apareció Nápoles recuperada por el rey don Alonso (1651), poema épico laudatorio centrado en la figura del rey Alfonso V de Aragón, llamado el Magnánimo (1416-1458). Alfonso V y su valerosa expedición y reconquista de Nápoles son el argumento clave, al cual concurren todos los secundarios para enriquecerlo. En octavas, y precedido de un prólogo poblado de sentencias latinas, el primero de los doce libros de que se compone es un firme canto a la majestad y al valor de un buen rey español. Correcto en la rima, profundo y claro en los pensamientos, suelto en la versificación, Francisco de Borja y Aragón es uno de los pocos poetas de su tiempo que acertaron a sustraerse a las influencias culteranas y casi a las conceptistas, aunque algunas veces, de tanto huir de lo que bullía en su ambiente, incurre en el prosaísmo.

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].