Max Euwe

(Watergraafsmeer, 1901 - Amsterdam, 1981) Ajedrecista holandés que fue campeón del mundo desde 1935 hasta 1937. Comenzó a jugar desde niño (sus padres eran grandes aficionados), de forma que a los seis años ya dominaba los movimientos, a los diez ganó su primer torneo y en 1919 se clasificó segundo en el campeonato nacional de su país. En 1921 consiguió el triunfo en dicha competición, triunfo que fue seguido por nuevas victorias en los torneos de Amsterdam (1923), Wiesbaden (1925) y Utrecht (1926).


Max Euwe

Estudió en la Universidad de Amsterdam, donde en 1926 se doctoró en matemáticas y filosofía. Inició su actividad docente enseñando matemáticas y, más tarde, fue profesor y director de una escuela de electrónica, actividad por la que hubo de mantenerse como ajedrecista amateur.

En 1928 se alzó con el Campeonato Mundial de aficionados celebrado en Hastings (Gran Bretaña); en 1935 protagonizó una de las mayores sorpresas en los campeonatos del mundo cuando, a pesar de no figurar como principal favorito, consiguió el título mundial de la Federación Internacional de Ajedrez (F.I.D.E) que se disputó en Amsterdam al derrotar al maestro ruso Alexander Alekhine.

Su triunfo sorprendió a todos, pues aunque Max Euwe había demostrado una gran categoría en los años anteriores, nunca había ganado un gran torneo (5º en Märish Ostrau, 1923; 3º en Bad Kissingen, 1928; 5º en Karlsbad, 1929; 2º en Berna, 1932; 2º en Zurich, 1934) aunque sí vencido en numerosos torneos de categoría media-alta, como Hastings en 1923-24, Weston en 1924 y 1926, La Haya en 1928 y Hastings en 1930-31 (por delante de José Raúl Capablanca), y otra vez en 1934-35 (compartido con Sir George Thomas y Salo Flohr). En encuentros individuales, tenía una gran experiencia, pues se había enfrentado con varios de los mejores jugadores de la época: Alekhine, Capablanca, Bogoljubow, Flohr y Spielmann. Aunque sus resultados en estos encuentros fueron negativos, le dieron una gran experiencia, que indudablemente le fue muy útil en el encuentro de 1935.

En 1937 fue derrotado por Alekhine, que recuperó el título mundial. Tras perder el título, sus resultados en torneos fueron medianos. Durante la Segunda Guerra Mundial se opuso con gran valentía a la invasión nazi de su país. En 1946 recuperó su mejor forma: ganó el torneo de Londres de 1946, y quedó segundo en el Gran Torneo de Groningen, sólo superado por Mijail Botvinnik.

Estos resultados fueron su canto del cisne, pues en 1948 quedó último, y rezagado, en el torneo La Haya-Moscú, valedero para designar campeonato del mundo, pues el trono estaba vacante por la muerte de Alekhine. En 1953 jugó el Torneo de Candidatos, en el quedó penúltimo. A partir de esta fecha sólo participó en las Olimpiadas en representación de su país, y en pequeñas pruebas. Desde entonces, Euwe se volcó en el estudio de todos los aspectos del juego, no sólo en la estrategia y en los movimientos, sino también en los factores psicológicos que influyen en él.

Max Euwe fue un jugador posicional, un experto en los movimientos de apertura y en las distintas defensas (siciliana, india de Rey, etc.). Es cierto que carecía de la genialidad de sus antecesores en el trono mundial, pero siempre se mostró digno del puesto que ocupó. Fue durante toda su vida un jugador aficionado, pues incluso cuando era campeón del mundo siguió trabajando como profesor de matemáticas. Sus tratados sobre aperturas, medio juego y finales son auténticas obras clásicas con las que se han formado varias generaciones de ajedrecistas; entre ellas cabe destacar Tratado de ajedrez, Teoría de la apertura y Criterio y táctica. En el terreno teórico sobresalió tanto como en la propia competición; compaginó ambas facetas hasta su retirada en 1956.

En 1959 fue nombrado director del centro de investigación holandés para el proceso automático de datos y desde 1961 a 1963 fue miembro del Comité Euratom para el desarrollo de programas informáticos de ajedrez. Entre 1970 y 1978 presidió la F.I.D.E., cargo desde el cual le tocó vivir una época muy difícil, cargada de tensión política a raíz de varios conflictos surgidos, como el encuentro entre Boris Spassky y Bobby Fischer en Islandia en 1972, tras el cual le tocó desposeer a Fischer del título mundial en 1975. Otro de los problemas a los que tuvo que enfrentarse fue la petición de asilo político del ajedrecista ruso Víktor Korchnói en Holanda, y la celebración de la Olimpiada de 1976 en Israel, a la que no asistieron los países árabes y comunistas.

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].