Julio Gómez

(Domingo Julio Gómez García; Madrid, 1886-1973) Compositor y musicólogo español. Comenzó sus estudios musicales con su padre y con Antonio Santamaría, que había sido alumno de Emilio Arrieta y que fomentó en Gómez el interés por la zarzuela. Posteriormente estudió piano con Andrés Monge y Manuel Fernández Grajal, armonía con Pedro Fontanilla, composición con Emilio Serrano e historia y estética con Felipe Pedrell en el Conservatorio de Madrid, donde obtuvo primeros premios en las asignaturas de armonía, piano y composición.


Domingo Julio Gómez García

Simultaneó sus estudios musicales con los de historia en la Universidad Central de Madrid. Se licenció en 1907 y años más tarde, en 1918, obtuvo su doctorado en esa misma disciplina. En aquella época conoció a los músicos Bartolomé Pérez Casas y Tomás Bretón, con quienes entabló amistad. Trabajó como maestro concertador en el Teatro Real de Madrid entre 1908 y 1911, periodo a lo largo del cual tuvo ocasión de participar en los estrenos de las óperas El oro del Rhin, Salomé, Margarita la tornera y Colomba, entre otras. Posteriormente dirigió el Museo Arqueológico de Toledo hasta 1913.

Ese mismo año comenzó a trabajar como director de la sección de música de la Biblioteca Nacional, institución en la que trabajó junto a Manuel Machado. Abandonó su puesto dos años más tarde para encargarse de la biblioteca del Conservatorio de Madrid hasta 1956. En ella intentaría realizar distintas mejoras mediante la adquisición de colecciones de libros y archivos completos. Compaginó su puesto como bibliotecario con la docencia en el Conservatorio de Madrid y la composición. Sus más de cien partituras ganaron diversos premios nacionales.

La obra de Julio Gómez García tiene influencias del neorromanticismo y de la música tradicional española, especialmente en composiciones como El Pelele, con libreto de Cipriano Rivas Cherif, o la Tonadilla del Prado. Su obra sinfónica Suite en La le proporcionó una gran popularidad como autor nacionalista. Su interés por el folclore se deja ver en obras como su Cuarteto plateresco. Sus Catorce poemas líricos puestos en música, que incluían seis de Juana de Ibarbourou, dan buena muestra de su gran talento y sensibilidad para la música vocal.

Gómez realizó además una importante labor musicológica de la que dan prueba sus investigaciones sobre los cuartetos de Manuel Canales y sobre el tonadillero Blas de Laserna. Dichas investigaciones le hicieron merecedor del Premio Nacional de Música en sus ediciones de 1912 y 1913, respectivamente. Su faceta como crítico musical se desarrolló en los periódicos madrileños La jornada y El liberal, así como en las revistas Harmonia y Revista Musical de Bilbao. En ocasiones se opuso a las teorías de Adolfo Salazar y de Felipe Pedrell, al que reprochaba su rechazo hacia la zarzuela.

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].