Luis IX el Santo

(Luis o San Luis IX de Francia, llamado el Santo; Poissy, 1215 - Túnez, 1270) Rey de Francia. Era hijo de Luis VIII y de Blanca de Castilla, y accedió al Trono al morir su padre en 1226. Dada su corta edad, la Regencia recayó en la reina madre, en cuyas manos dejó luego Luis la gobernación del reino, desde que fuera declarado mayor de edad en 1234 hasta 1242.


Luis IX de Francia (detalle de un óleo de El Greco)

Probablemente fue también la influencia de su madre la que le hizo profundamente religioso, consagrándose a la tarea de reinar con firme apego a los principios cristianos. Consolidó el poder de la Corona imponiéndose sobre los señores feudales y sobre su aliado, el rey de Inglaterra; la victoria en la cruzada contra los albigenses hizo posible la posterior extensión de los dominios de la Corona francesa hasta el Mediterráneo.

Lograda la victoria militar, Luis estableció con las potencias rivales que mantenían feudos en territorio francés acuerdos de paz basados en concesiones recíprocas, inspiradas por un alto sentido de la justicia: el Tratado de Corbeil con Aragón (1258) y el Tratado de París con Inglaterra (1259). Aunque fue criticado en Francia por su «entreguismo», su equidad le hizo famoso en Europa, siendo llamado a arbitrar en conflictos como el que enfrentaba a Enrique III de Inglaterra con los barones de su reino (Laudo de Amiens, 1264).

También llevó este sentido de la justicia y de la ética cristiana a su política interior, que redundó en un refuerzo del poder real: extendió el alcance de la justicia real frente a las jurisdicciones de los señores, creó inspectores de la Corona para controlar los abusos de sus oficiales, erradicó los duelos y las guerras privadas, combatió el juego y la prostitución, acuñó buena moneda y logró su aceptación en todo el reino al renunciar a manipularla, estableció los primeros controles sobre las cuentas de la Hacienda Real, y fundó la Universidad de la Sorbona.

Pero su afán religioso le llevó a ausentarse de Francia en dos ocasiones, para participar en sendas cruzadas contra el Islam: en la primera dejó la gobernación a su madre una vez más, mientras él perdía su ejército en un ataque fracasado contra Egipto y se dedicaba a construir fortificaciones en Siria (1248-52); en la segunda murió a causa de la peste, cuando intentaba convertir al sultán de Túnez. Fue canonizado en 1297 por Bonifacio VIII.

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].