Manuel Milà i Fontanals

(Vilafranca del Penedès, 1818-1884) Erudito, filólogo y escritor español en lenguas castellana y catalana. Licenciado en filosofía y letras y en derecho, en 1846 obtuvo la cátedra de literatura en la Universidad de Barcelona, donde llevó a cabo importantes estudios sobre la literatura catalana medieval, de la que fue un destacado historiador. Presidente de la Academia de las Buenas Letras de Barcelona entre 1861 y 1878, intervino en las polémicas sobre la unificación de la ortografía catalana. Autor de varios poemas en castellano y catalán, cultivó también la crítica literaria y de arte. Entre sus obras destacan De los trovadores en España (1861), Ressenya històrica i crítica dels antics poetes catalans (1865) y De la poesía heroico-popular castellana (1874). Impulsó la restauración de los Juegos Florales en 1859, que tendrían una importancia crucial a la hora de relanzar la cultura catalana.


Manuel Milà i Fontanals

Nacido en el seno de una familia acomodada que se trasladó a vivir a Barcelona, Manuel Milà i Fontanals fue compañero de escuela de Joaquim Rubió i Ors, otro de los grandes impulsores de la «Renaixença» o renacer de las letras y la cultura catalana en el siglo XIX. Comenzó sus estudios universitarios en Cervera, los prosiguió en Barcelona al ser reinstaurada la universidad en 1835 y se licenció en Filosofía y Letras y en Derecho en 1841; inició su carrera docente como profesor del Liceo Filarmónico de Barcelona.

Del romanticismo liberal exaltado de su juventud, Manuel Milà i Fontanals pasó, en su madurez, a abrazar un nacionalismo conservador, a la vez que se convertía en uno de los principales artífices de la Renaixença; a su empeño se debe la restauración en 1859 de los Juegos Florales (Jocs Florals), lides poéticas en lengua catalana que tuvo el honor de presidir. Las composiciones que el mismo Milà i Fontanals presentaría en la sucesivas ediciones de los Juegos (La complanta d'en Guillem, La cançó del pros Bernat o La mort de Galind) constituyen la poesía de mejor calidad que encontramos en la Renaixença desde la Oda a la Pàtria de Bonaventura Carles Aribau hasta la irrupción de Jacint Verdaguer.

En 1846 ganó la cátedra de Estética e Historia de la Literatura de la Universidad de Barcelona, a la que se entregó por completo el resto de su vida y en la que ejerció un amplio y fecundo magisterio; incluso fuera del estricto ámbito universitario fue unánimemente reconocido como maestro y se convirtió en guía y mentor de los más importantes escritores catalanes. Entre sus discípulos hay que contar a Antoni Rubió i Lluc, Joan Maragall y Miquel Costa i Llobera; es sabido que Marcelino Menéndez Pelayo fue a estudiar a Barcelona atraído por la fama y el prestigio de Milà i Fontanals, y, tras el fallecimiento del maestro, se encargaría de la publicación de las Obras completas del Doctor D. Manuel Milá y Fontanals (ocho volúmenes 1888-1896). A lo largo de su vida había sido distinguido con numerosos cargos y honores académicos: en 1845 ingresó en la Academia de Bellas Artes, en 1856 en la Real Academia de Buenas Letras de Barcelona (que presidió desde 1861 hasta 1878), y más tarde fue nombrado miembro correspondiente de la Real Academia Española.

Las doctrinas estéticas de Milà i Fontanals se encuentran contenidas en especial en Principios generales de la teoría estético-literaria (1869). Sus estudios filológicos, críticos y literarios, en los que hizo gala de un gran rigor metodológico, representan un punto de partida indispensable para la historia o la investigación de las literaturas provenzal, catalana y castellana. Milà i Fontanals fue el introductor de la filología románica en España y el primer maestro que tuvo el país en metodología de la literatura comparada. Una de sus primeras obras eruditas fue Estudios sobre los orígenes y formación de las lenguas romances y especialmente de la provenzal (1853).

De este mismo año datan sus Observaciones sobre la poesía popular con muestras de romances catalanes inéditos (1853), que habrían de convertirse más tarde en el famoso Romancerillo catalán (1882), la primera recolección de canciones tradicionales y populares catalanas realizada con método científico. Otras obras de Milà i Fontanals que han sido decisivas para la historia literaria son De los trovadores en España (1861), de una gran riqueza de datos históricos, filológicos y literarios; Ressenya històrica i crítica dels antics poetes catalans (1865), primera visión y ordenación de la poesía catalana de la Edad Media; y, muy especialmente, De la poesía heroico-popular castellana (1874), trabajo todavía hoy imprescindible en el que demostró que el romancero hispánico deriva de la fragmentación de la poesía épica, refutando la tesis contraria sostenida por los estudiosos románticos.

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].