Heinrich Schliemann

(Neubukow, Mecklemburgo, 1822 - Nápoles, 1890). Arqueólogo alemán. Muchos de los logros de la arqueología han de atribuirse a la labor de insignes figuras que aportaron un inmenso cauce de conocimientos sobre la historia primitiva a través de espectaculares descubrimientos; es el caso de Arthur Evans, Hiram Bingham, Sylvanus Morley, Leonard Woolley o Howard Carter. Precedió a todos ellos el primero de los grandes arqueólogos modernos: Heinrich Schliemann, el alemán que desenterró Troya y descubrió las civilizaciones prehistóricas griegas.


Heinrich Schliemann

Heinrich Schliemann pasó su infancia y juventud trabajando en los oficios más diversos, sin llegar a cursar estudios regulares. Pero, como agente de una casa de comercio, aprendió hasta ocho idiomas y acumuló una discreta fortuna. Convencido desde niño de la veracidad histórica de los poemas de Homero, con sólo treinta y seis años se retiró de los negocios para consagrarse a la búsqueda de las ruinas de Troya, la antigua ciudad cuyo asedio se relata en la Ilíada. Estudió arqueología en París y recorrió medio mundo para documentarse; y, por fin, en 1868, se trasladó a Grecia y Asia Menor para excavar.

Enfrentándose a las teorías establecidas sobre la ubicación de Troya, Schliemann localizó la ciudad en Hisarlik (Imperio Otomano) y la desenterró en 1873-74 con la única ayuda de su esposa Sofía, una estudiante griega con la que se había casado a través de una agencia matrimonial; en realidad, excavaron tan profundamente que desenterraron una ciudad de la Edad del Bronce anterior a la Troya homérica. Tras sostener un pleito con el gobierno turco en torno a la propiedad de las joyas que había descubierto, realizó nuevas excavaciones en Micenas (1876-78) y Troya (1882-83 y 1888-90), ahora ya asistido por especialistas de prestigio.

Durante esas excavaciones comenzaron a formarse los métodos de la arqueología de campo moderna; al mismo tiempo, las libros y artículos de Schliemann transmitieron al gran público la emoción que sentía por la arqueología, contribuyendo a popularizar esta rama del saber. Sus publicaciones pusieron de manifiesto la riqueza de las civilizaciones de la Grecia prehistórica, como la micénica o la de Hisarlik; incluso intuyó la existencia de la civilización minoica, todavía desconocida por aquel entonces.

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].