Johannes Gutenberg

 
Retrato hipotético. Muchas son las sombras que envuelven la vida de este ilustre impresor, persona activa y amiga de litigios, cuyo retrato, al menos el primero y el más veces reproducido, es un grabado al buril realizado por un artista anónimo, posiblemente flamenco, que fue contratado por el monje franciscano André Thevet para ilustrar su obra Les vrais portraits des hommes illustres, grecs, latins et payens, publicada en París en 1584. Sin duda, es una imagen idealizada y poco verosímil de Gutenberg, al cual se le representa en actitud meditabunda y con aspecto austero, tocado con un bonete más propio de un hombre ilustrado, doctor o clérigo, y la larga barba ondulada que añade a su rostro una nota de severidad.