Marilyn Monroe

Marilyn Monroe no fue una intérprete extraordinaria pero, como actriz, estaba dotada de un particular magnetismo y su aportación a varios filmes inolvidables fue esencial. Películas como Los caballeros las prefieren rubias (Gentlemen prefer blondes, 1953), de Howard Hawks, o Con faldas y a lo loco (Some like it hot, 1959), de Billy Wilder, permanecen en la memoria de cualquier cinéfilo. De la misma forma, algunas secuencias de las que fue protagonista se encuentran entre los pasajes más reproducidos de la historia del cine. La escena de La tentación vive arriba en que el viento que escapa de un respiradero del metro levanta la falda de la rubia actriz, descubriendo sus piernas, ha sido imitada en muchas ocasiones, como en La mujer de rojo, protagonizada por Kelly LeBrock, y se ha recuperado en infinitas ocasiones para anuncios publicitarios.


Marilyn Monroe

Sus primeros papeles en el cine le permitieron obtener el éxito suficiente para que los productores se fijasen en ella, por la ruptura que su belleza suponía con respecto a los modelos aceptados en los años cuarenta. Tras varios papeles menores, supo aprovechar la oportunidad que le brindó John Huston, quien en La jungla del asfalto (1950) la dirigió en el papel de Ángela, la falsa "sobrina" de un gángster mucho mayor que ella, pródiga en ademanes infantiles y provocativos, que termina por traicionar ingenuamente a su protector.

Marilyn Monroe estuvo verdaderamente al nivel que se requería, por lo que puede decirse que ese papel supuso su consagración, y le permitió obtener un pequeño papel en Eva al desnudo (1950), de Joseph L. Mankiewicz. Por el contrario, lo único memorable relacionado con su aparición en la gran película de Fritz Lang Encuentro en la noche (1952), con Barbara Stanwyck, fue que la futura gran estrella se mostraba por primera vez vistiendo blue jeans.

La siguientes películas, fundamentalmente comedias, la catapultaron a la fama. Marilyn fue, en efecto, la gran intérprete de comedias de los años cincuenta: el irresistible objeto del deseo que recibía una ráfaga de sifón en sus redondas posaderas en Me siento rejuvenecer (Howard Hawks, 1952), esa parte de su anatomía que también quedaba atascada en el ojo de buey de un barco en Los caballeros las prefieren rubias (Howard Hawks, 1953).


En los rodajes de Los caballeros las prefieren rubias
(con Jane Russell) y La tentación vive arriba

En Cómo casarse con un millonario (Jean Negulesco, 1953), borda su papel de tonta fenomenal, ambiciosa y miope, pero es en La tentación vive arriba (Billy Wilder, 1955) donde su arrolladora naturaleza erótica se convierte en mito perdurable en escenas tan famosas como aquella en que una accidental ventolera desnuda sus piernas o en la otra en que se descubre que refresca su ropa interior en la nevera.

Billy Wilder también dirigió a Marilyn en Con faldas y a lo loco, donde intervenía Tony Curtis, el cual declaró luego groseramente que besar a Marilyn Monroe era como besar a Hitler. Por el contrario, el director justificó los continuos retrasos con que llegaba al trabajo la estrella, comportamiento que al convertirse en habitual fue ganándole toda suerte de enemistades: "Llegaba muchas veces tarde al rodaje, pero no porque se le pegaran las sábanas. Era porque debía forzarse a sí misma a presentarse en el estudio. Se sentía trastornada emocionalmente todo el tiempo."


Con Tony Curtis en Con faldas y a lo loco (1959)

Con todo, el resultado fue una película que marcó el nacimiento de la nueva comedia estadounidense, que superaba la tradición de Frank Capra para dotarse de una mayor dosis de acidez crítica. Con un sarcasmo que recuerda a Erich von Stroheim, en la comedia se suceden situaciones equívocas que provocan divertidos momentos, pero el modo de vida americano que exhibe ya no es tan idílico; los personajes muestran el pesimismo amargo que Billy Wilder sabe infundirles. Marilyn Monroe, en un cómodo papel de corista, complementó valiosamente el trabajo de Jack Lemmon y Tony Curtis, dos músicos que se ven obligados a escapar de Chicago por haber presenciado las acciones violentas de una banda de gángsters, y que se enrolan en la orquesta femenina de Marilyn Monroe disfrazados de mujeres. En referencia a la aportación de la inestable Marilyn, Wilder fue tajante: "Cuando acababas con Marilyn, aunque habías llegado a las cuarenta tomas y habías aguantado sus retrasos, te encontrabas con algo único e inimitable".

Durante el rodaje de El multimillonario (1960), Marilyn tuvo un romance con el protagonista masculino que compartía con ella la cabecera del cartel, Yves Montand, quien estaba casado por entonces con la actriz Simone Signoret. De hecho, las relaciones de la estrella con Arthur Miller, con quien había contraído matrimonio en 1956, estaban deteriorándose a marchas forzadas, aunque el dramaturgo preparaba, a modo de cínico epitafio, un guión para lucimiento de su esposa, The Misfits (Vidas rebeldes), que dirigiría John Huston.


En Vidas rebeldes (1961)

Fue acaso ésta la película más accidentada de todas cuantas rodó Marilyn, desgarrada por el inminente divorcio, que se hizo efectivo en enero de 1961. La operadora del film era una tal Inge Morath, que se casó con Arthur Miller en febrero del año siguiente. Antes incluso de rodar el primer plano, el film fue atacado por la prensa a causa de su argumento progresista. Todos los dardos fueron lanzados inclementemente contra Marilyn, que había sido ingresada en un psiquiátrico a finales de 1960 y a quien incluso se llegó a acusar de la muerte de Clark Gable, acaecida inmediatamente después del final del rodaje. Ello a pesar de que, visto en su justa perspectiva, el trabajo de Marilyn en esta película ha sido considerado el mejor de su carrera: fue capaz de trazar a la perfección un papel de carácter simbólico que, por otra parte, anticipaba quizá su propio fracaso.

Al quitarse la vida dejó inacabado un film de George Cukor, una comedia musical con Cyd Charisse y Dean Martin que debía titularse Somethings got to give y en que Marilyn aparecía bañándose desnuda en una piscina. La escena llegó a rodarse, y las fotografías que la muestran poniéndose un albornoz azul se han hecho justamente célebres.

Filmografía

1947You were meant for me
Scudda Hoo! Scudda Hay!
Dangerous years
1948Ladies of the chorus
1949Amor en conserva
1950A ticket to Tomahawk
Right cross
La jungla de asfalto
Eva al desnudo
The fireball
1951Let´s make it legal
Love nest
As young as you feel
Home town story
1952Encuentro en la noche
Niebla en el alma
No estamos casados
Cuatro páginas de la vida
Me siento rejuvenecer
1953Niágara
Los caballeros las prefieren rubias
Cómo casarse con un millonario
1954Río sin retorno
Luces de candilejas
1955La tentación vive arriba
1956Bus Stop
1957El príncipe y la corista
1959Con faldas y a lo loco
1960El multimillonario
1961Vidas rebeldes


En Río sin retorno (1954)

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].