Francisco Tomás Morales

(Carrizal, Gran Canaria, 1783 - Las Palmas, 1845) Militar español. Francisco Tomás Morales emigró en 1804 a Venezuela y se enroló en el ejército colonial, en el que solamente llegó a alcanzar el rango de cabo primero, dedicándose luego al comercio por breve espacio de tiempo; cuando en 1810, aprovechando la debilidad de una España ocupada por las tropas de Napoleón, se pusieron definitivamente en marcha los movimientos independentistas en la América hispana, Francisco Tomás Morales reingresó en el ejército y luchó sañudamente contra la causa emancipadora.


Francisco Tomás Morales

Ascendió a teniente a las órdenes de Domingo Monteverde, y cuando éste fue derrotado por Simón Bolívar y triunfó la segunda revolución venezolana (1813), se incorporó a las fuerzas realistas de José Tomás Boves, de quien llegó a ser su segundo. A finales de 1814, Boves perdió la vida en la batalla de Urica, y Francisco Tomás Morales se hizo cargo de su ejército de llaneros. Morales fue destituido y encarcelado por el mismo ejército español debido a sus brutalidades, pero Pablo Morillo, comandante de las tropas enviadas por el rey Fernando VII para sofocar los levantamientos, le dio la libertad y el grado de coronel.

Bajo el mando de Morillo combatió en el sitio de Cartagena y en la reconquista de Nueva Granada, y luego en Venezuela contra la tercera revolución venezolana lanzada por Bolívar (1816). Consiguió expulsar a Bolívar y a Carlos Soublette de Ocumare, pero fue derrotado por Manuel Piar en El Juncal. Tras el armisticio de Trujillo (1820) y la dimisión de Pablo Morillo, siguió a las órdenes de Miguel de la Torre como mariscal de campo y participó en la decisiva batalla de Carabobo (1821), que terminó con la derrota de las fuerzas españolas y supuso el irreversible afianzamiento de la independencia de Venezuela.

Francisco Tomás Morales prolongó todavía la resistencia como capitán general, al dimitir Miguel de la Torre, y en septiembre de 1822 tomó Maracaibo con gran violencia y crueldad, suspendiendo el acuerdo de Trujillo. En 1823 atacó Coro y entró en Trujillo y Mérida, pero finalmente se encontró sitiado en Maracaibo y tuvo que capitular. De regreso en España, Fernando VII le nombró capitán general de Canarias (1827-1834), donde gobernó con un absolutismo moderado. Fue responsable de la traída de aguas a Santa Cruz de Tenerife y revisó las tropas de milicias de las islas. En 1834 fue relevado de su cargo y desterrado por su sucesor a la Península durante dos años, a causa de varias quejas y acusaciones contra él.

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].