Carlos V

 
El frente protestante. La expediciones por Europa, las incursiones en África y las continuas conquistas en América hicieron del imperio de Carlos V el más dilatado del mundo. Durante su reinado se descubrió Nicaragua y el cabo de Honduras; se conquistó México (1518-1521), Guatemala, Perú y Chile (1526-1535); Juan Sebastián Elcano dio la primera vuelta al mundo; se realizaron exploraciones en La Florida, Quito y las fuentes del Amazonas, y se comenzó la colonización de los márgenes del Río de la Plata. Pero si en Ultramar todo eran logros, en Europa acuciaban los problemas. Además de la perpetua confrontación con Francia y del peligro turco, Carlos V hubo de hacer frente a la continua amenaza que suponía el protestantismo para la unidad de la Iglesia. Su empeño en mantener tal unidad es previsible en la medida en que formaba parte esencial de su idea imperial, pero sus redoblados esfuerzos darían poco fruto. Cruzado de la causa del catolicismo, el emperador trató de detener los avances del luteranismo por medio de pactos como la Dieta de Worms (17 de abril de 1521), las Dietas de Spira (de 1526 a 1529), la Dieta de Augsburgo (1530) y la paz de Nüremberg (1532), pero hubo de hacer valer las armas en la batalla de Mühlberg (24 de abril de 1547) y mostrarse altamente conciliador con los protestantes cuando reunió la Dieta de Passau (1552); en ella se permitió la libertad de cultos, hecho que fue protestado enérgicamente por el pontífice Julio III. En la imagen, Carlos V en Mühlberg (1548), uno de los más famosos retratos que Tiziano hizo del monarca.