Jesús de Nazaret

 
La ascensión. Los evangelios señalan que Jesús resucitó a los tres días de su muerte y que, tras ella, siguió instruyendo a sus discípulos y les encomendó la misión de difundir su mensaje por todas las naciones. San Lucas (24, 50-51) relata que, en Betania, Jesús fue visto ascender a los cielos por sus discípulos, mientras que los Hechos de los Apóstoles (1, 212) recogen que la ascensión ocurrió cuarenta días después de la resurrección. La labor predicadora de los apóstoles empezó a extender la nueva fe. Uno de sus apóstoles, San Pedro, había sido elegido por Jesús de Nazaret para dirigir la Iglesia o comunidad de los creyentes cristianos, y pronto se incorporaron a la misma nuevos conversos. Entre ellos destacó San Pablo, cuyo esfuerzo evangelizador fue determinante en la expansión del cristianismo más allá de las fronteras del pueblo judío. Gracias a Pablo, el cristianismo dejó de ser una doctrina sectaria judía y devino una religión universal, destinada a extenderse hasta los confines del Imperio romano. En la imagen, La ascensión de Cristo (c. 1515), obra del artista italiano Benvenuto Tisi.