Samuel Alexander
(Sydney, 1859 - Manchester, 1938) Filósofo británico; es el único filósofo contemporáneo de cierto renombre de origen australiano. Estudió primeramente en Melbourne, y más tarde en Oxford. En 1882 llegó a "Fellow" en Oxford y más tarde fue profesor en la Universidad Victoria de Manchester, donde enseñó durante toda su carrera, es decir, hasta 1924, año en que se jubiló. La primera obra de Samuel Alexander fue Orden moral y progreso, en la que analizó las éticas revolucionarias. En el ambiente anglosajón de la época, recibió sobre todo la influencia de George Edward Moore, y en general de las corrientes realistas.
Samuel Alexander
Consecuencia de esta orientación suya es el punto de vista expuesto en la obra La base del realismo (1914). El realismo se combina en Alexander con una teoría general de la evolución, cuyos principios fundamentales se acercan mucho a los que se expresarán en la obra Evolución emergente (1933) de C. Lloyd Morgan (1852-1937). Alexander tiene de común con Morgan la idea de una evolución no mecanicista, de un proceso que se realiza solamente en cuanto tiende a una novedad y actúa la emergencia de nuevas formas. La conciencia, en general, no viene determinada por una rígida concatenación causal, sino que se produce en virtud de un proceso temporal con un acto nuevo y libre.
Estas premisas se encuentran desarrolladas en un complicado sistema filosófico expuesto en la gran obra Espacio, tiempo y divinidad. Las formas específicas de la realidad, las cosas, son aquí, para este autor, determinaciones de una sustancia espacio-temporal. El hecho de que la realidad sea un modo de la sustancia acerca este filósofo a Spinoza, mientras, por otra parte, el hecho de que la sustancia sea temporal y espacial no se aviene con el determinismo espinoziano. Se impuso, por lo tanto, a Alexander una confrontación con Spinoza, y a tal exigencia debemos su obra Spinoza y el tiempo (1921).
La concepción del universo como temporalidad finalística, dirigida hacia la conciencia, el espíritu y lo divino, permite a Alexander realzar los fines y los valores, estrechamente unidos a la armonía y al orden estéticos. Esta posición queda expresada en la última notable obra que dejó Alexander: La belleza y otras formas del valor (1933). El sistema filosófico de Alexander influyó sobre la filosofía de Alfred North Whitehead.
Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «».
En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en
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