Jean Anouilh

(Burdeos, 1910 - Lausana, 1987) Dramaturgo francés. En su juventud estudió derecho, trabajó en una agencia de publicidad y se interesó por el teatro. Amparado por Jean Giraudoux, con El armiño (1932) logró su primer reconocimiento en el ambiente teatral. Con el éxito de su obra El viajero sin equipaje (1937) se afirmó en la escena francesa, y con La salvaje (1938), drama estrenado en el Teatro Mathurins y dirigido por Georges Pitoeff, consolidó un prestigio que supo mantener durante más de cuarenta años.


Jean Anouilh

A través de su obra expresó un humanismo rebelde a la realidad, donde el ser humano se encuentra acorralado por la presencia de dos absolutos: la imposibilidad de la pureza y su destino de corrupción. El tema que más desarrolló en sus textos es el de la condición patética de una juventud pura e intransigente que se ve derrotada ante el poder y la hipocresía de una sociedad corrupta. Sus personajes heroicos manifiestan las virtudes de la bondad, la pureza y la juventud, mientras que sus antagonistas se presentan con estigmas de maldad, perversión y decadencia. Pensaba que las historias de las buenas personas necesariamente terminaban mal, por lo que sus dramas solían poseer algunas evidencias del "paraíso perdido".

Hacia los años cincuenta, la evolución de su visión del mundo lo fue alejando cada vez más de las influencias de Giraudoux; entabló amistad con Armand Salacrou, André Malraux, Henri Michaux y Jean-Paul Sartre, y alcanzó un gran dominio en el oficio de la escritura teatral que lo destacó entre los dramaturgos de su generación. Su habilidad para pasar de la comedia a la tragedia, o de la risa a la ironía más corrosiva, fue considerada como una de sus mejores virtudes.

En sus obras alternó permanentemente las categorías de ficción, realidad, pasado y presente, lo que le permitió recurrir a la historia para ejemplificar sucesos de actualidad y jugar con la relación entre vida y literatura, que a su entender estaban fundidas en un solo concepto, ya que "el teatro de la vida no se diferencia demasiado de la vida del teatro". Asimismo definió sus trabajos según su intensidad dramática, por lo que llamó "piezas negras" a sus textos más trágicos y pesimistas, o "piezas rosas" a aquellos donde tenían cabida el humor y la fantasía. También las clasificó como "chirriantes", "brillantes", "agrias", "de disfraces", o "secretas", lo que pone de manifiesto la gran diversidad temática y expresiva de su producción.

Fue autor de Eurídice (1942), Antígona (1944), Romeo y Jeannette (1953), El ensayo o el amor castigado (1950), El vals de los toreros (1952), Medea (1953), La invitación al castillo o La alondra (1953), Ornifle o la corriente de aire (1955), Becket o el honor de Dios (1959), Querido Antonio (1969), Los pescados rojos (1970), El Director de la Ópera (1972), El arresto (1975) y El ombligo (1981), entre muchas otras obras, y de guiones cinematográficos para varias películas, como Monsieur Vincent (1947) y Deux sous de violettes (1951).

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].